Nuestra Señora de Malvinas
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jueves, 13 de mayo de 2021

El tirano Perón, en guerra permanente contra la Iglesia

 


Muy buen artículo de la historiadora Camila Perochena publicada en La Nación de hoy.

1955, el año que marcó a Perón y a toda una época

Por Camila Perochena

La mañana del 20 de septiembre de 1955, Juan Domingo Perón se subió a la cañonera “Paraguay” para iniciar un exilio que se prolongaría por 18 años. El momento quedó inmortalizado en una fotografía donde se lo ve al presidente depuesto subiendo al barco. La tormenta se había desatado la madrugada del 16 de septiembre, cuando el general Lonardi inició un levantamiento militar en Córdoba. Pero las raíces del golpe militar de 1955 son más profundas y se remontan al conflicto desatado entre el gobierno y la iglesia.

A finales de 1954, Perón solicitó al Arzobispado que se controlara a los curas que predicaban públicamente en su contra. Sin embargo, no solo los religiosos opositores se encontraban en la mira del presidente, también acusaba de desestabilizadores a los grupos de católicos laicos como la Acción Católica, el Partido Demócrata Cristiano y las asociaciones de católicos.

¿A qué se debía este desencuentro entre dos sectores que se habían apoyado mutuamente desde las elecciones de 1946? Según sostuvo Pablo Gerchunoff en su fantástico libro La Caída. 1955, se trataba de un conflicto entre “dos soberanías”: “Las tensiones entre Perón y la Iglesia estuvieron siempre presentes y la razón es que un movimiento popular y justiciero que pretendía para sí una raíz cristiana y en la práctica cotidiana “santificaba a sus líderes” era muy difícil que no chocara con la Iglesia y que no emergiera de ese choque un litigio de límites entre lo divino y lo terrenal, esto es, una disputa de soberanías”. De esta manera, en 1954, emergió una tensión latente que, una vez en la superficie, desató una tormenta difícil de detener.

En diciembre de 1954, el gobierno desplegó una serie de políticas públicas que lo pondrían en pie de guerra con la iglesia y los católicos laicos: suspendió la intervención de la iglesia en la enseñanza religiosa de las escuelas, prohibió las procesiones y actos religiosos en espacios públicos, sancionó el divorcio, eliminó la asimetría de derechos entre hijos legítimos e hijos nacidos fuera del matrimonio y legalizó la prostitución. Diversos testigos de la época, tanto afines al gobierno como opositores, calificaron la ofensiva como un error estratégico de Perón. Los niveles de enfrentamiento a los que se llegó eran difíciles de prever meses antes cuando, en un contexto de estabilidad económica, el gobierno ganó las elecciones a vicepresidente en 1954. Según el politólogo Benjamín García Holgado: “No había margen para armar una coalición golpista antes. A medida que avanza el conflicto con la Iglesia el golpe se hace más inexorable”.

El conflicto llevó a la movilización de un nuevo actor político: los grupos de católicos laicos. Con el objetivo de defender su religión, iniciaron una campaña de panfletos que, meses más tarde, apuntaría a influir en los militares para impulsarlos a dar un golpe de estado. Sus plegarias fueron escuchadas y miembros de las Fuerzas Armadas, hasta entonces leales al gobierno, comenzaron a conspirar para derrocarlo.

Además, el conflicto logró aglutinar a la oposición. El 11 de junio, tuvo lugar la procesión del Corpus Christi sin autorización del gobierno. No sólo se congregaron en la Plaza de Mayo miles de fieles en apoyo a la Iglesia Católica, sino también radicales, comunistas y socialistas que años atrás defendían el laicismo y criticaban el acercamiento entre Perón y la Iglesia.

A los pocos días, el 16 de junio de 1955, el ministro de marina, Aníbal Olivieri, ordenó bombardear la Plaza de Mayo con el objetivo de matar a Perón y dar un golpe militar. El bombardeo, que alcanzó principalmente a la población que circulaba por la plaza al mediodía durante una jornada laboral, dejó más de 300 muertos y 800 heridos. La conmoción producida por el bombardeo, llevó a Perón a abrir una tregua: se reemplazarían a los miembros más controvertidos del gabinete y se darían amplias concesiones a la oposición. El presidente anunció un proceso de “pacificación” que incluía buscar un arreglo con la iglesia y abrir el diálogo con los partidos políticos opositores. Pero se trató de una calma que precedió a la tormenta.

El 31 de agosto por la tarde, un día frío y nublado, Perón habló desde el balcón de la Casa Rosada: “Con nuestra tolerancia exagerada nos hemos ganado el derecho de reprimirlos violentamente (…) La consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización ¡es contestar a una acción violenta con otra más violenta! ¡Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos!”. La estrategia de conciliación nacional se había roto. La oposición no terminaba de confiar en la pacificación y Perón creía que ya había cedido demasiado. Simultáneamente, la campaña de panfletos en contra del gobierno continuaba. Según Benjamín García Holgado, “los católicos laicos sabotearon la pacificación. El discurso del 31 de agosto fue una reacción ante lo que él ve como la provocación de los católicos que seguían llamando al golpe”.

Finalmente, el 16 de septiembre se inició el levantamiento del Ejército y la Marina. Sin embargo, los militares rebeldes no contaban con el apoyo mayoritario de las Fuerzas Armadas. El levantamiento se extendió por tres días. El 19 de septiembre, la Marina amenazó con un nuevo bombardeo. Para evitarlo, Perón presentó un “renunciamiento”, que según aclaró no era una renuncia, y solicitó al ejército leal que negocie con los rebeldes. En contra de los planes de Perón, la Junta militar encargada de la negociación interpretó el “renunciamiento” como una renuncia y destituyó al presidente. Al día siguiente s Perón se subía a la cañonera “Paraguay”.

¿Por qué Perón no reprimió a los militares rebeldes cuando contaba con las fuerzas para hacerlo? Esa es la pregunta central que Pablo Gerchunoff le hace a Perón en la entrevista imaginaria en el libro La Caída. 1955. La explicación tradicional que dio Perón es que no reprimió para evitar un mayor derramamiento de sangre. Pero Gerchunoff explora otra hipótesis que permite entender a los “presidentes en la tormenta”: “El régimen de Perón ingresó a partir de 1952 en una zona de fatigas y tensiones políticas, económicas y psicológicas que multiplicaron la probabilidad de error, y los errores, una vez cometidos, aumentaron las fatigas y tensiones en un eslabonamiento circular y desequilibrante”. La acción política, tanto de la oposición como del gobierno, más que la estructura, son centrales para entender los orígenes del golpe que abriría décadas de inestabilidad política y violencia en la Argentina.

Camila Perochena

(https://www.facebook.com/jorge.tisibana/posts/4649212361761148)

sábado, 14 de noviembre de 2020

Argentina en guerra contra la subversión apátrida: muerte del Sargento de Policía Hernán Ramón Viran

 



Hernán Ramón Viran, de 42 años, era Sargento 1° de la Policía Bonaerense, estaba casado y era papá de 3 hijas, de 8, 14 y 17 años.

Virán iba en su auto a prestar servicio en la Seccional 2 de Morón, cuando fue emboscado y acorralado por terroristas montoneros que lo chocaron y rodearon entre varios autos, mientras una pareja que caminaba por la calle, lo acribilló y después lo remató con un "tiro de gracia".

Montoneros se atribuyó el crimen en Evita Montonera 1, página 46.

Era el 13 de Noviembre de 1974 y la familia Viran quedó destrozada... el dolor que sintieron ese día nunca se fue, por eso hoy acompañamos a su hija Mirta y a toda la familia Virán en la cercanía de un nuevo aniversario del asesinato de Hernán, reclamando por él Verdad, Justicia y Reparación!

viernes, 13 de noviembre de 2020

Argentina en guerra contra la subversión apátrida: uno de los últimos atentados terroristas



 El 13 de noviembre de 1979 fue uno de los últimos atentados terroristas de la década del 70.

Cuando estés transitando por Av. 9 de Julio y Arenales, en pleno centro de Buenos Aires, pensá en estas víctimas: el Dr. Francisco Soldati, Director titular del Banco de Crédito Argentino, y su chofer y custodio, el cabo Ricardo Manuel Durán, fueron brutalmente asesinados en esa esquina.

En la mañana de ese 13 de noviembre, Soldati viajaba con Durán por Arenales, y cuando estaban por tomar la Avenida 9 de Julio una camioneta chocó su auto. De ahí descendieron terroristas de Montoneros que ametrallaron el Torino del empresario y luego le arrojaron granadas, que estallaron y provocaron que los pasajeros murieran carbonizados.

El cabo Durán se había casado hacía un mes.

Uno de los terroristas, por su parte, había desertado del Ejército (Enrique Horacio Firelli) y había sido denunciado como desaparecido por su padre. Otro de ellos había hecho uso de su derecho de opción de salida del país hacia Perú, y había vuelto clandestinamente (Remigio Elpidio González), hoy es recordado como asesinado en el Parque de la Memoria. La terrorista mujer había sido amnistiada por Cámpora en 1973 (María Selmira Videla).

CELTYV reclama Justicia, Verdad y Reparación para el Dr. Francisco Soldati y el cabo Durán, acompaña y abraza a sus familias y te pide que si este hecho te parece tan absurdamente injusto como a nosotros, compartas y difundas esta historia.

Argentina en Guerra contra la subversión apátrida. Muerte del Teniente Roberto Carbajo

 



ARGENTINA EN GUERRA. 1959-1990 GUERRA ANTISUBVERSIVA: EL 12 DE NOVIEMBRE DE 1974, LUEGO DE QUE EL PODER OBRERO Y POLÍTICO ARGENTINO HOMENAJEARA Y DEMOSTRARA TODO SU APOYO AL EJÉRCITO ARGENTINO POR SU COMBATE DE ANIQUILACIÓN CONTRA LA SUBVERSIÓN (COSA QUE HOY SE HACEN LOS OLVIDADIZOS EN EL PODER OBRERO, POLÍTICO, JUDICIAL Y MEDIÁTICO), Y MIENTRAS EL TERRORISMO ATACABA A LOS NIÑOS EN LAS ESCUELAS, EXTREMISTAS ASESINAN AL TENIENTE 1° ROBERTO EDUARDO CARBAJO DELANTE DE SU SEÑORA ESPOSA E HIJOS 

  El 12 de noviembre de 1974, en la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos, y siendo aproximadamente la hora 20:00, el Teniente 1° Roberto Eduardo Carbajo del Ejército Argentino llegaba a la casa de su suegro, el escribano Roberto Espinosa Viale, cuyo domicilio se encontraba situado en Belgrano y Guardias Nacionales. Sin que el militar se percatara cuatro extremistas que aguardaban dentro de un automóvil Peugeot patente B-1.002.255 color amarillo estacionado en la segunda arteria mencionada se le acercaron y abrieron fuego desde corta distancia, justo en el momento que Carbajo descendía de su automóvil Ford Falcon patente B-1.023.659 mientras su esposa, María Inés lo esperaba parada en la vereda junto a sus hijitos. Al verse víctima del ataque,  Carbajo intentó extraer el arma que portaba para defenderse, pero la rapidez con que actuaron los asesinos no le permitió defenderse, y cayó sobre la calle alcanzado por varios impactos de balas de grueso calibre, en tanto los asesinos huían por Guardias Nacionales, desapareciendo por León Curuciaga. El hecho que conmocionó a la sociedad argentina, fue noticia a nivel nacional, y nota principal en varios Medios al día siguiente, debido a las circunstancias y brutalidad con que se cometió, y el contexto, que hoy los Medios ocultan y los poliíticos e inJusticia en argentina callan.

  Y es que este hecho ocurrió, COSA QUE HOY OBVIAN LOS PARTIDOS POLÍTICOS, SINDICATOS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y GOBIERNO EN ARGENTINA, en una jornada trascendental que la entera sociedad argentina, en su conjunto, daba en su lucha contra el flagelo extremista castroguevarista enemigo de la Nación Argentina, o sea contra los criminales victimarios que atacaban a la Argentina pero que son los que hoy se victimizan y gobiernan Argentina, ya que mientras tanto en Buenos Aires, en aquel mismo momento la CGT y las 62 Organizaciones homenajeban al Ejército Argentino en la plaza de armas del Edificio Libertador (tal cual vemos en imágenes y tapas de diarios), siendo que en la ocasión el teniente general Leandro Anaya junto al secretario general de la CGT, Segundo Bienvenido Palma, hicieron claras referencias a cual era la postura institucional argentina, tanto del movimiento obrero como de las Fuerzas Armadas, apoyando el accionar del gobierno argentino y de las Fuerzas Armadas en contra de la subversión, y haciendo clara referencia y condenando el asesinato del Teniente 1° Carbajo tan pronto se tomó conocimiento del mismo luego del acto. Estaban presentes, por parte del estamento político y el Poder Ejecutivo Nacional, los ministros

de Trabajo y Defensa, Ricardo Otero y Adolfo M. Savino, y también representando al poder obrero Casildo Herrera de las 62 Organizaciones durante ese homenaje que las centrales obreras le rindieron a las Fuerzas Armadas ese 12 de noviembre de 1974, que rápidamente acompañaron con una solicitada de la CGT en apoyo del accionar del Ejército que se publicó en todos los grandes Medios al día siguiente, y donde ya hacía clara alución al asesinato del Teniente 1° Carbajo, señalando que "Ayer honramos a estos héroes que vistiendo el uniforme de la Patria cayeron por ser guardianes de nuestra soberanía como pueblo y como nación. Y ahora pensamos que, cuando rendimos ese homenaje, Carbajo aún vivía, que él y sus pequeños hijos sabían que existía una hermandad que nadie podía destruir.

  En estos momentos este joven oficial se incorporó a la nómina de aquellos héroes. SUS HIJOS QUEDARON HUÉRFANOS POR EL ODIO DE ESOS ANTIPATRIA QUE PRETENDEN SOMETERNOS. Los trabajadores tenemos a otros chicos como esos, huérfanos también por la acción de estos contrarevolucionarios que matan para servir a sus amos.

  Pero la criatura que vio morir junto a ella a ese soldado al que abatió el odio sin razón, como los hijos de nuestros compañeros, que vieron caer a sus padres segados por la violencia de los mercenarios, deben saber que ninguno de estos crímenes habrá de quebrar esa hermandad y esa unidad que hará fructificar una Argentina donde habrá de imponerse la paz y donde no tendrán cabida estos infames criminales que carecen de Patria y de Dios".

  Estos hechos se daban en un contexto de imparable ofensiva extremista, que por esas fechas, además de haberle declarado la guerra a la Argentina, habían llegado al extremo de amenazar publica y oficialmente contra la vida de los niños argentinos, y los terroristas comunistas secuestraban a los niños que iban a las escuelas (ver enlace adjunto), asolando a la sociedad y a las democráticas autoridades de gobierno elegidas por el 62% de los votos. 

  Cuatro días más tarde, al llevarse a cabo en el mismo lugar el acto conmemorativo por el 163º aniversario del Estado Mayor del Ejército, quien era su titular en aquellas fechas, el general Don

Jorge Rafael Videla, que estaba acompañado por el general Anaya, hizo uso de la palabra refiriéndose a la guerra contra la subversión, y nuevamente hubo un total respaldo político, sindical, obrero, popular para el accionar militar, todo reconocido por los Medios de comunicación que hoy niegan esa realidad.

  El Teniente 1° Roberto Eduardo Carbajo había nacido el 2 de octubre de 1943 en la localidad de Tostado, Provincia de Santa Fe, e ingresó en el Colegio Militar de la Nación el 7 de marzo de 1962, egresando con el grado de Subteniente del arma de Ingenieros. Estaba casado y tenía dos pequeños hijos, Sofía de 5 añitos y Aníbal de 2 añitos de edad. Su último destino en el Ejército fue el Batallón de Ingenieros de Combate 101, con asiento en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, lugar donde fue emboscado y asesinado. Fue ascendido post mortem al grado de Capitán.

  Este oficial formaba parte de una lista de Oficiales del Ejército Argentino sentenciados a muerte por parte de la mafiosa organización terrorista ERP-PRT (Ejército Revolucionario del Pueblo-Partido Socialista de los Trabajadores, que llegó a atentar contra el Coronel Jorge Oscar Grassi, el Teniente 1º Luis Roberto Brzic, el Capitán Miguel Ángel Paiva, el Mayor bioquímico Jaime Gimeno, el Teniente 1º Juan Carlos Gambandé, el Teniente coronel médico José Francisco Gardón, el Mayor Néstor Horacio López, el Teniente 1° Ciro Ahumada que logró salvar su vida pero resultando herido, y apenas unos días más tarde del asesinato del Teniente 1° Carbajo asesinarían al Capitán Humberto Viola y a su pequeña hijita María Cristina, y dejando herida de gravedad a su otra hija María Fernanda.

  Como advertimos, a nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad, o sea a nuestros militares y policías, a nuestros uniformados, cuando las papas quemaban quienes hoy reniegan de ellos, los homenajeaban y los apoyaban porque los necesitaban, y golpeaban las puertas de cuarteles y comisarías porque aquellos victimarios terroristas de ayer, que hoy gobiernan Argentina afirmando que eran víctimas, andaban haciéndole la guerra a la Argentina, asesinando, secuestrando a los niños que iban a las escuelas... Los que ayer golpeaban las puertas de cuarteles y comisarías para pedir protección, que homenajeaban y apoyaban a militares y policías, ya no honran ni consideran héroes que vistiendo el uniforme de la Patria a los "guardianes caídos por nuestra soberanía", ya no piensan más que cuando rendían esos homenaje los Carbajo, Viola, Gambandé, Gimeno, Brzic "aún vivían, y que ellos y sus pequeños hijos sabían que existía una hermandad que nadie podía destruir"; tampoco piensan más que "SUS HIJOS QUEDARON HUÉRFANOS POR EL ODIO DE ESOS ANTIPATRIA QUE PRETENDEN SOMETERNOS", ni que aquellos "asesinos contrarevolucionarios que matan para servir a sus amos" son los mismos que hoy gobiernan, a pesar que "odiaban sin razón" y eran unos "mercenarios", a quienes les decían que "ninguno de esos crímenes iban de quebrar esa hermandad y esa unidad que hará fructificar una Argentina donde habrá de imponerse la paz y donde no tendrán cabida estos infames criminales que carecen de Patria y de Dios"; les permitieron quedar impunes, quebrar todo, les dieron cabida, acusan hoy de odio a quienes fueron las víctimas (o apoyan a esas víctimas) de aquellos odiadores, y han destruido por completo todo lo que se ganó con tanto sacrificio luchando contra el enemigo de Argentina.

  Sin Memoria no hay Justicia, y como advertimos en Argentina de parte del Estado y los Medios de comunicación la Memoria y Justicia no forma parte de su léxico, ¿y cómo no va a ser así? Si los mismos terroristas de ayer, hoy son parte del Gobierno, Justicia y Medios argentinos... Los apátridas, los corruptos y terroristas que gobiernan Argentina desde 1983 ¿te contaron otra cosa? ¡TE MINTIERON!...

CAPITÁN ROBERTO EDUARDO CARBAJO, ¡SALUDO UNO!

▪️ Imágenes

•1: Teniente 1° Roberto Eduardo

Carbajo.

•2: Tapa del diario Clarín, donde se daba cuenta del asesinato del Teniente 1° Carbajo, y del contexto de terror que se vivía en Argentina, DONDE LAS FUERZAS ARMADAS DEBÍAN CUSTODIAR LAS ESCUELAS PARA QUE LOS TERRORISTAS (que hoy gobiernan en Argentina) NO PUEDAN SEGUIR SECUESTRANDO NIÑOS

•3: El teniente general Leandro Anaya junto al secretario general de

la CGT, Segundo Bienvenido Palma. A la izquierda los ministros

de Trabajo y Defensa, Ricardo Otero y Adolfo M. Savino, junto a ellos Casildo Herrera de las 62 Organizaciones durante el homenaje que las centrales obreras le rindieron y apoyarom a las Fuerzas Armadas en su lucha contra la subversión, el 12 de noviembre de 1974, el mismo día que los terroristas que hoy afirman ser víctimas, asesinaron al Teniente 1° Carbajo delante de su familia (foto diario La Nación)

•4: El día que asesinaron al Teniente 1° Carbajo en San Nicolás, en la ciudad de Buenos Aires, la CGT y las 62 Organizaciones homenajeron al Ejército Argentino en la plaza de armas del Edificio Libertador (foto diario La Nación)

•5: Solicitada de la CGT y las 62 Organizaciones homenajeando y apoyando el accionar de las Fuerzas Armadas Argentinas, y donde se hace clara referencia al asesinato del Teniente 1° Roberto Eduardo Carbajo, y que publicada en los diarios más importantes del país el 13 de noviembre de 1974 (foto diario La Nación)

•6: Cuatro días después del crimen del Teniente 1° Carbajo, el 16 de noviembre de 1974, se llevó a cabo en el mismo lugar del acto homenaje y de apoyo a las Fuerzas Armadas, el acto conmemorativo por el 163º aniversario del Estado Mayor del Ejército. Su titular, el general Don Jorge Rafael Videla hizo uso de la palabra refiriéndose a la guerra contra la subversión. A la izquierda, en primer lugar, el teniente general Anaya. Nuevamente las instituciones políticas y obreras, la sociedad, a pleno apoyaron a las Fuerzas Armadas y en contra de la subversión (foto diario La Nación)

En medio de una ofensiva de terror donde los subversivos que hoy gobiernan, en plena democracia, secuestraban a los niños que iban a las escuelas, el 7 de noviembre de 1974 es emboscado y asesinado el Mayor Néstor Horacio López del Ejército Argentino:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1489378587924184&id=746036608925056

24 y 25 de septiembre de 1974, en una seguidilla de ataques extremistas son asesinados dos oficiales, del Ejército Argentino, otro es herido:

https://www.facebook.com/746036608925056/posts/1451269635068413/

El 7 de octubre de 1974, plena democracia, terroristas castroguevaristas del ERP emboscan y asesinan al bioquímico, oficial mayor del Ejército, Jaime Gimeno, cuando salía de su domicilio particular:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=922121907983191&id=746036608925056

11 de octubre de 1974, 3 extremistas castroguevarista del ERP-PRT emboscan y asesinan al jóven Teniente Juan Carlos Gambandé:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=924385814423467&id=746036608925056

1 de diciembre de 1974, los "jóvenes idealistas" hacen la "revolución" en plena democracia y asesinando en retaguardia a militares desarmados con sus familias. El "Operativo Independencia" sobrevino como consecuencia de miles de estos hechos, el Proceso sobrevino aún después como consecuencia de miles de estos hechos:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=784215338440516&id=746036608925056

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Argentina en guerra contra la subversión apátrida


 


3 DE NOVIEMBRE DE 1997, EN UN INFERNAL TIROTEO DURANTE UN ASALTO AL BANCO CREDICOOP, EN EL BARRIO PORTEÑO DE SAAVEDRA, UN POLICÍA FEDERAL ES ASESINADO Y OTROS TRES SON HERIDOS.

¡NO SE OLVIDEN DEL CABO PRIMERO AYALA!!!

  Parece que fue ayer, pero hace ya más de 20 años, en la cálida mañana del 3 de noviembre de 1997, siendo la hora 10:15, sobre la avenida Ricardo Balbín 4130, casi esquina Donado del barrio porteño de Saavedra, el cabo de la Policía Federal Argentina de 26 años de edad Ernesto Jesús Ayala del numerario de la comisaría 49a apenas iniciaba su servicio diario cuando, de recorrida con su motocicleta de patrulla Guzzi asignada numeral 3654, se detuvo en la puerta del Banco Credicoop, habida cuenta que el policía de facción allí asignado faltaba y la entidad bancaria recién había abierto sus puertas para brindar atención al público.

  Tan pronto descendió del rodado advirtió que el policía de facción, el cabo José Alberto Ortigoza, se aproximaba al banco, ya que el mismo se había desplazado hasta la esquina de Balbín y Machaín, al advertir movimientos de un rodado marca Renault tipo Laguna con varios ocupantes en actitud sospechosa, pero que ya se habrían retirado del lugar.

  Es en ese momento que, mientras Ayala permanecía píe a tierra en la puerta del banco y el otro policía de facción se aproximaba, estando aún a unas tres o cuatro veredas de la entidad bancaria, cuando entre los pocos vehículos que circulaban por Ricardo Balbín, un auto particular Volkswagen Gol con 4 ocupantes a bordo se detienen junto a la motocicleta patrulla de Ayala, y rápidamente descienden, armas en mano, y sin mediar palabra abren fuego contra Ayala, quién sin poder reaccionar más que a intentar desenfundar su arma, es alcanzado por las balas y cae al suelo gravemente herido.

  El cabo Ortigoza que se aproximaba al banco observa la escena y con rapidez desenfunda su arma, se parapeta detrás de un árbol y, para evitar que los delincuentes sigan disparando sobre el ya caído Ayala, les imparte la voz de alto, a modo de atraer el fuego sobre él, enfrentándolos y tratando así de salvar a su camarada, pero para asombro de él 3 de los 4 delincuentes literalmente lo ignoran y casi obviándolo al malherido Ayala pasan sobre él para ingresar al banco, y ello no era un temerario acto de los malvivientes ni un error de su parte.

  A espaldas del policía ya parapetado detrás del árbol y sin que éste lo advierta, reaparece el rodado sospechoso con 4 ocupantes que instantes antes había observado e intentado identificar, que eran la cobertura de los asaltantes del banco, y sin detener la marcha abren fuego por la espalda del desprevenido  policía, quién es alcanzado por las balas pero, no obstante, éste devuelve el fuego y se genera un brutal y desigual enfrentamiento. Mientras los delincuentes que balearon al cabo Ayala ya en el interior al banco, asaltan las cajas, al tiempo que afuera arrecia la balacera.

  Activada la alarma bancaria (por parte del guardia de seguridad que permanecía dentro de la garita blindada y otra cosa no pudo hacer, al estar la entidad colmada de civiles inocentes), en el mismo momento que Ayala es baleado, de inmediato el Comando Radioeléctrico imparte el alerta mediante la frecuencia codificada 25 y varios móviles policiales comienzan a desplazarse con urgencia, convergiendo sobre el objetivo.

  El móvil más cercano es el 149, que casi de inmediato arriba al lugar, desplazándose paralelo a la hoy avenida Parque Goyeneche, del lado de la Estación Saavedra y las vías del Ferrocarril Mitre, por calle Donado arriban a Ricardo Balbín, en la esquina del instituto María Nazareth a metros del acceso a la parroquia Sagrada Familia (ésta casi frente al banco), y detienen su marcha antes de trasponer la avenida, al advertir tanto al vehículo de los delincuentes estacionado con un ocupante junto a la moto de Ayala, y a éste tendido junto al cordón de la vereda en el acceso al banco, como así también el enfrentamiento que se estaba dando unos 20 metros más adelante sobre la misma arteria vial, entre el otro efectivo policial y 4 malvivientes. Los dos ocupantes del móvil, cabo Miguel Selztzer, de 25 años que conducía el mismo, y el subinspector Walter Ostatovichz, de 28, que era encargado del móvil y jefe de Servicio Externo del Cuarto, hacen píe a tierra y se parapetan detrás de las puertas blindadas del Crysler Spirit, pero sin advertir que esa ruta de acceso también estaba cubierta por los malvivientes, y un rodado con otros 3 delincuentes (entre los cuales había una mujer), estaban estacionados en el lugar brindando apoyo a quienes asaltaban el banco, y cuando el móvil policial detuvo su marcha quedaron unos metros delante de estos delincuentes de apoyo. Tan pronto los policías descendieron del vehículo y se parapetaron, fueron atacados por la espalda con fuego de armas de grueso calibre (FAL y escopetas a repetición), que sin problema atravesaron los cristales y puertas blindadas del móvil policial y resultaron alcanzados, pero a su vez comenzaron a devolver el fuego con sus armas (pistolas HP-35 y subfusil FMk-3). 

  La balacera era infernal; el tránsito sobre las avenidas obviamente quedó cortado; los cuatro policías habían sido ya alcanzados por las balas, y tres respondían con energía, mientras Ayala estaba inmovilizado e indefenso por la gravedad de sus heridas.

  Los efectivos no lo sabían, pero se estaban enfrentando a un grupo comando conformado por 11 delincuentes profesionales que tenían bien planificado el golpe, aunque la presencia de Ayala, quién ocasionalmente pasaba por el lugar y notó que faltaba el agente de facción en la puerta del banco, sorprendió a los delincuentes al ocupar su lugar, ya que éstos habían pergeñado un ardid para alejar de la puerta del banco al agente de facción. Todo era un caos, y el enfrentamiento rabioso. El cabo Ortigoza, herido, cuerpo a tierra y apenas cubierto por un árbol, sentía repiquetear las balas de FAL, escopetas y pistolas a su alrededor, mientras cómo podía respondía con su arma reglamentaria y ya comenzando a escasearle la munición; desde el móvil 149 Selztzer y Ostatovichz, también heridos, acorralados en el mismo auto patrulla cuyo blindaje era vulnerado por las balas disparadas con FAL por los delincuentes, y que estaba siendo acribillado, respondían con sus armas. Pero el apoyo estaba en camino. 

  Cuando los delincuentes apenas vaciaron la línea de cajas del banco, sustrayendo 18.501 U$D y 24.660 $ solamente (para calcular el valor actual, un cabo 1° de PFA en esas fechas en mamo percibía un salario de unos 700 a 750 $), y a consecuencia del feroz enfrentamiento que se daba en la calle, no tienen otra opción más que emprender la huída, para lo cual tomaron como rehén a la señora Esther Bayo, de 78 años, que estaba allí para cobrar su jubilación, y a quien a punta de pistola en la cabeza de la mujer la usaron de escudo mientras abandonaban el banco.

  Cuando salen a la calle disparan sobre el indefenso e inmóvil cabo Ayala, que en total recibió 6 disparos (4 en la cabeza, 1 en un hombro y 1 en una rodilla), rematándolo, y disparando también sobre los otros policías que a la distancia resistían, abordan el rodado en el que habían llegado y, al mismo tiempo que los demás miembros de la banda que se desplazaban en los otros dos autos, se dan a la fuga, cubriendo su huida con fuego de armas automáticas, y sin que los tres policías supervivientes pudieran perseguirlos, ya que los tres habían sido alcanzados por las balas, y a su vez el móvil policial había sido acribillado y sus neumáticos reventados.

  El indiscriminado fuego de los delincuentes y la desesperada respuesta policial, generó verdadero pánico entre transeúntes, el tránsito del lugar, comercios e incluso el instituto de educación secundaria María Nazareth y la parroquia Sagrada Familia, sitos en ese lugar.

  Durante el tiroteo, un disparo hirió en el cuello a la señora Bayo, y otra bala impactó en el hombro de la señora Juana Ramos, también jubilada, que estaba a casi 50 metros del lugar y un comerciante había intentado protegerla ingresándola a su local, pero no pudiendo evitar que sea alcanzada por el fuego de los delincuentes. La primera debió ser internada en el hospital Tornú de Villa Ortuzar, en tanto Ramos fue atendida en el hospital Pirovano, cercano al lugar del hecho. Los tres policías heridos, todos del numerario de la comisaría 49a al igual que el ya fallecido Ayala, fueron trasladados e internados en el Complejo Médico Policial Churruca-Visca.

  Se montó un operativo cerrojo para tratar de dar con los asaltantes, pero estos evadieron el accionar policial, presumiblemente por contar con equipos de comunicación "plaquetados" para poder acceder a la frecuencia 25, codificada, del Comando Radioeléctrico de Policía Federal Argentina. No se descartaba que personal policial corrupto tomó parte del hecho, ya que Ayala pareció reconocer a uno o varios de los asaltantes, y por ello dudó en reaccionar, al no imaginar se trataba de un asalto a pesar de verlos armados al descender del rodado, incluso esa fue la razón por la cual también se presumió semejante saña con la cual fue rematado.

   A partir de ese momento tanto la comisaría 49a como la División Homicidios de PFA y el juez Héctor Yrimia, comenzaron a llevar adelante una compleja investigación, que llevó a algunas pistas falsas y otras no, pero que pronto comenzaron a dar sus frutos.

  El 7 de mayo de 1998 dos delincuentes, Mario Viola de 38 años de edad y Luis Zamorano de 30 años, fueron detenidos por tomar rehenes en Puerto Madero. Inmediatamente quedaron vinculados al crimen de Ayala por que una de las pistolas que les secuestraron a su banda en ese hecho había sido usada en el crimen del cabo de PFA. En ruedas de reconocimiento Viola fue señalado por un testigo; Zamorano fue identificado por dos testigos.

  También se investigaron varias pistas que apuntaban a Damián Bettiga, hermano del secuestrador Cristian Bettiga (preso por el secuestro del empresario Abraham Awada, y quien habría amenazado en su despacho al juez federal porteño Claudio Bonadío con matarlo, horas antes de que el magistrado matara a dos hombres al resistir un aparente intento de robo), quien fue reconocido por un policía. Otra pista se relacionó con el hecho que a la hora del crimen de Ayala, en la zona del banco hubo dos teléfonos celulares operando, y ambos pertenecían a la producción de un programa de TV donde participaba de panelista un policía bonaerense, fortaleciendo la hipótesis de la conexión con policías corruptos. El expediente judicial llegó a acumular 4.200 fojas antes de llegar al juicio oral. También una causa en manos del juez Néstor Jarazo barajó la hipótesis de la banda mixta entre delincuentes comunes y policías corruptos, ya que un suboficial de PFA declaró bajo reserva de identidad que tres de sus colegas (incluido un subcomisario) participaron del asalto, afirmando que parte de las armas usadas allí habían salido de la Escuela de Cadetes. También los testigos del robo indicaron que algunos ladrones parecían policías (aunque ello es habitual, ya que los delincuentes muchas veces proceden así y al sólo fin de generar desconcierto); mientras que otro suboficial pero de la Policía Bonaerense, también acusó a policías federales corruptos.

  Hacia el año 2002 la causa se derivó al Tribunal Oral en lo Criminal N° 20, pero que ante la evidencia que aún se sumaba, ordenó proseguir la investigación. En el año 2003 la Justicia condenó a prisión perpetua a dos de los delincuentes que asesinaron al cabo Ayala; Mario Viola y Damián Ariel Bettiga fueron condenados a reclusión perpetua, al ser hallados "coautores de robo agravado en concurso con homicidio agravado" del cabo Ernesto Jesús Ayala. La sentencia, que consta de 120 fojas, resaltó "la cruenta agresión sufrida por los agentes, el peligro corrido por el numeroso grupo de personas y el claro reparto funcional evidenciado por los malhechores, que huyeron tras sustraer cerca de 43 mil pesos de la entidad".

  Con respecto a los otros 9 integrantes de la banda que cometieron el crimen, bueno...

CABO PRIMERO ERNESTO JESÚS AYALA; ¡SALUDO UNO!!!

martes, 3 de noviembre de 2020

Argentina, en guerra contra de la subversión apátrida

 



El 3 de noviembre de 1976 Carlos Alberto Souto, gerente del laboratorio de ingeniería de Chrysler, fue asesinado por terroristas en Castelar, provincia de Buenos Aires.

Su esposa, Ana María, lo estaba despidiendo desde la puerta de su casa cuando dos hombres lo atacaron con ametralladoras e Itakas apenas se subió a su auto. 

Tras presenciar el ataque, Ana María salió desesperada a socorrerlo y le pidió ayuda a una pareja que pasaba en auto. Sin embargo éstos eran terroristas, por lo que levantaron a quienes habían asesinado a su marido y huyeron.

Carlos, herido, logró poner su auto en marcha pero a los pocos metros perdió el control y una terrorista se acercó para rematarlo a quemarropa. Falleció por los 30 balazos recibidos, dejando tres hijos, de 11, 6 y 2 años.

Los terroristas, ya cuando asesinaron a Ricardo Jorge Kenny -también ejecutivo de Chrysler- en abril de ese año, habían advertido que seguirían asesinando a personal de la compañía. Y cumplieron: Carlos Souto fue el tercero.

Para ellos y para todas las víctimas del terrorismo CELTYV exige Verdad, Justicia y Reparación!

(https://www.facebook.com/PaulaLambruschiniFanpage/photos/pcb.3695495330485029/3695494410485121/)

lunes, 2 de noviembre de 2020

Argentina en guerra contra la subversión apátrida


 


ARGENTINA EN GUERRA. 1959-1990 GUERRA ANTISUBVERSIVA: 28 DE OCTUBRE DE 1973, EXTREMISTAS DEL ERP-PRT ATACAN DESTACAMENTO DE CPT Y ASESINAN A DOS EFECTIVOS DE POLICÍA FEDERAL ARGENTINA

  El 28 de octubre de 1973, a plena luz del día en una zona de gran afluencia de tránsito público, en el barrio porteño de Mataderos, extremistas del ERP-PRT asesinaron a dos efectivos de la Policía Federal Argentina e hirieron gravemente a otro.

  Los hechos se registraron pasadas las 12:00, en el Destacamento 10 del CPT (Cuerpo de Policía de Tránsito) ubicado en Avenida General Paz y Emilio Castro, cuando un Peugeot 504 celeste, ocupado por 4 individuos, detuvo su marcha frente al mencionado puesto policial. El pasajero que viajaba delante, junto al conductor, se bajó simulando estar extraviado y para realizar una consulta dirigiéndose al sargento Héctor Couto, le preguntó cómo podía hacer para llegar a Quilmes. Luego de hacer la venia, el suboficial se acercó para indicar el camino cuando desde el interior del rodado partieron varios disparos a traición que lo alcanzaron de lleno, y cayendo sobre la calle, ya sin vida.

  Al sentir las detonaciones, el agente Saturnino Medina que se encontraba en un puesto sanitario distante a unos metros de distancia, reaccionó de inmediato e intentó repeler la agresión pero recibió varios impactos que lo hirieron de muerte.

  El terrorista que se había bajado del auto se abalanzó sobre Couto, para despojarlo de su armamento. Justo en ese momento, apareció un móvil patrullero del 5º Cuerpo de Vigilancia de PFA, cuyos ocupantes, al ver la acción, frenaron bruscamente y se trabaron en duro combate contra los extremistas, que en total eran 8, ya que contaban con un vehículo de apoyo.

  En el intercambio de disparos, cayó herido el cabo Juan Carlos Paglia, no sin antes alcanzar al sujeto que intentaba despojar de su armamento a Couto.

  El cabo Paglia advirtió al extremista corriendo con dificultad pero antes de alcanzar el rodado, sus compañeros emprendieron la fuga sin darle tiempo a subir, seguidos por la Jeep Gladiator de apoyo en la que se desplazaban los otros 4 subversivos.

  Medina y Paglia fueron socorridos por sus camaradas, el personal del puesto sanitario y varios transeúntes que habían buscado cobertura al producirse el tiroteo. Una ambulancia evacuó a ambos hacia el Hospital Churruca donde a poco de llegar, el primero dejó de existir. Ambos policías fallecidos pertenecían a la Compañía A de la Agrupación Destacamentos del CPT.

  El cabo Paglia quedó internado, con pronóstico reservado, pero su evolución de los días siguientes fue favorable hasta lograr recuperarse.

  A pocas cuadras del lugar donde se produjo el ataque, se logró detener al extremista herido, quien resultó ser Fernando Dondero, argentino de 19 años, el cual presentaba una herida de bala y llevaba consigo un revolver calibre 38 con seis vainas servidas. El delincuente fue desarmado y derivado al Hospital Salaberry bajo fuerte custodia policial, para ser puesto a disposición de la Justicia, que lo juzgó y condenó legal y constitucionalmente, pero sólo estuvo detenido hasta el 1983, cuando recuperó la libertad en el gobierno de Alfonsín.

  El órgano de difusión del ERP-PRT, la revista "Estrella Roja", en su edición N° 27 del 17 de diciembre de 1973, se adjudicó el atentado y los asesinatos de los efectivos policiales, y reconoció el nombre del extremista herido y abandonado. Fernando Dondero, actualmente es Secretario General del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), un delincuente enemigo de la Democracia y la Nación Argentina que jamás pagó por el crimen cometido.

SARGENTO 1° HÉCTOR COUTO, CABO SATURNINO MEDINA, ¡SALUDO UNO!

jueves, 5 de mayo de 2011

Carlos Saavedra Lamas, Premio Nobel de la Paz argentino

En un mundo en donde
la guerra, el odio y el enfrentamiento
entre hermanos
es cosa de todos los días,
este insigne argentino
trabajó por la paz,
haciéndose acreedor
de las bienaventuranzas de Nuestro Señor:
"Bienaventurados los que trabajan por la paz" (cfr. Mt 5, 1-12).

El 5 de Mayo de 1959, muere en Buenos Aires Carlos Saavedra Lamas, el primer premio Nobel argentino. Había nacido en 1878 ; jurisconsulto e internacionalista de renombre Ministro de Justicia e Instrucción Pública y luego Canciller (1932-1938). Presidió la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra (1928); miembro de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya; presidió la Conferencia de la Paz del Chaco (1936) entre Bolivia y Paraguay; rector de la Universidad de Buenos Aires (1941-1943).

“Durante la gestión de Justo, el Ministro Saavedra Lamas contribuyó a romper el aislamiento al que habían llevado al país los gobiernos de Yrigoyen, cuando en nombres de principios morales, se habían obstaculizado alianzas provechosas.” “Esta apertura permitió a la Argentina desempeñar un papel determinante en la solución del conflicto bélico en el que se enfrentaban Bolivia y Paraguay por la posesión del Chaco boreal.” “Tras prolongadas negociaciones en 1935 (el 14 de junio) se firmó en la capital argentina el armisticio que terminó con las hostilidades. Por tal motivo se otorgó a Saavedra Lamas el premio Nobel de la Paz” (Félix Luna – “Historia Integral de la Argentina)

Estos hombres forjaron el prestigio nacional; con su pensamiento y con su acción contribuyeron a la unión latinoamericana colocando a la Argentina en el podio de los países respetados por el mundo

Hace poco se firmó en la Argentina, con bombos y platillos, el Tratado Definitivo a los 75 años, pero no hubo una palabra de reconocimiento para Saavedra Lamas.