Nuestra Señora de Malvinas

martes, 19 de abril de 2022

LAS BANDERAS “ARGENTINAS” DE LOS PAISES DE CENTROAMÉRICA

 Historias Perdidas de Buenos Aires  · 

Lionel Lucas Ercoli  · 12 de noviembre de 2020  · 

LAS BANDERAS “ARGENTINAS” DE LOS PAISES DE CENTROAMÉRICA – UN HOMENAJE A UN CORSARIO NACIONAL

No hay muchas banderas celestes y blancas en el mundo, pero en América se da el caso de que hay varias que no sólo tienen esos colores, sino que además tienen dos franjas celestes y una blanca -al igual que la bandera argentina- y que pertenecen a países que están todos en Centroamérica. Obvio que esto no es casualidad.

Quien “exportó” nuestra enseña hacia esa parte del planeta fue el marino franco-argentino Sargento Mayor Hippolyte de Bouchard (o Hipólito Bouchard) quien bajo patente de corsario otorgada por el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, se hizo a la mar con la fragata “La Argentina”, desde la Ensenada de Barragán, el 27 de junio de 1817. La nave, que tenía 700 toneladas y 38 cañones a bordo, estaba tripulada por 250 hombres. Su misión, como luchadores por la independencia americana, era la de hostigar a los buques mercantes españoles, capturar sus embarques y hundirlos donde los encontraran.

La nave “La Argentina” dio la vuelta al mundo durante dos años, efectuando decenas de capturas, bloqueos a puertos enemigos y asaltos a fortificaciones. Hizo el periplo: Madagascar, Filipinas, Hawai, California (donde en el fuerte de San Carlos de Monterrey, en noviembre de 1817, se izó la bandera argentina), México, Centroamérica, Valparaíso y vuelta a Buenos Aires, a fines del año 1819.

Entre marzo y abril de 1819 “La Argentina” permaneció, con su pabellón nacional a tope, frente a las costas pacíficas de Nicaragua. En esas aguas, además, el día 2 de abril, se produjo una de las batallas más importantes. Junto a la “Chacabuco”, otra nave nacional, enfrentaron y vencieron a cuatro navíos españoles.

Los centroamericanos quedaron tan impresionados por la hazaña de Bouchard y “La Argentina” que al crearse las Provincias Unidas de Centroamérica, el 1º de julio de 1823, el líder independentista salvadoreño Manuel José Arce y Fagoaga, tomó los colores argentinos para la bandera de la flamante Confederación. Ésta, el  22 de noviembre de 1824, pasó a llamarse República Federal de Centro América, conservando los colores en su enseña (en la ilustración al pié, las dos primeras banderas)

La República Federal de Centroamérica fue disuelta en el año 1839, pero los colores “argentinos” fueron heredados por varias banderas de los Estados de la región, a saber (por orden, ilustradas al pie): El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Una acotación al margen. Según una reciente investigación realizada sobre una antigua bandera nacional del año 1814, que está en Tucumán, los expertos del Centro de Química Inorgánica del Conicet, han llegado a la conclusión de que el color correcto original no es el celeste, sino el azul de ultramar. Obvio es que la banderas expuestas a la intemperie se volvían prontamente celestes.

viernes, 1 de abril de 2022

Gloria eterna a los Héroes de Malvinas, ignominia eterna a los usurpadores británicos

 



Hay tres cosas por las que vale la pena dar la vida: Dios, Patria y Familia. Los oficiales y soldados del Ejército Argentino dieron la vida por Dios, por la Patria y por la Familia. Por Dios, porque dieron la vida por la Patria y quien da la vida por la Patria, la da por Dios, Quien es el que nos dio la Patria; dieron la vida por la Patria, porque la Patria era mancillada continuamente por los usurpadores británicos, desde el día en que a punta de pistola y haciendo uso de la fuerza, injusta y armada, ocuparon ilegalmente el suelo patrio, nuestras Islas Malvinas; dieron la vida por la Familia, porque quien agrede a Dios y a la Patria, está agrediendo a la Familia, creación de Dios y núcleo central de la Nación Argentina que puebla la Patria.

Por haber dado la vida por Dios, la Patria y la Familia, nuestros valientes soldados argentinos reciben el premio inmortal de ser considerados Héroes de la Patria, porque derramaron su sangre para lavar la afrenta que sufría nuestra Patria a manos del invasor y usurpador inglés. Pero también podemos decir que son santos, porque dieron su vida por la Patria y el que da la vida por la Patria la da también por Dios y Dios premia, a quien le ofrenda su vida, con la vida eterna en su Reino, el Reino de Dios, Reino de paz, de alegría, de justicia, de santidad.

Los soldados argentinos que combatieron en Malvinas son por lo tanto Héroes y Santos y una Nación que tiene Héroes y Santos debe sentirse orgullosa, porque los Héroes y los Santos representan lo mejor del ser humano, la flor y nata de la Nación.

Al recordar la Gesta de Malvinas, honramos la memoria de nuestros valientes soldados argentinos caídos en combate, cuya sangre regó el suelo malvinense. Sus cuerpos descansan en la turba de las Islas Malvinas, pero sus almas vigilan desde el Cielo, más alto que las estrellas, porque están junto a Dios Trino y al Cordero y desde el suelo, con su sangre derramada en la turba malvinense y desde el Cielo, con sus almas en alegre y gloriosa contemplación del Cordero de Dios, nos dicen, en lo más profundo de nuestros corazones: “Las Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas”.