Madre Patria con las Islas Malvinas

 

Este maravilloso monumento

Está en la provincia de Neuquén en Cutral-Co.

El artista es Aldo Beroisa.

Para la NASA, las Islas Malvinas son "costas de Argentina"

 

Seis años para la mal parida, es muy poco, pero algo es mejor que nada

 

La mano de la justicia ha comenzado a alcanzar a quienes todos sabemos que han sido, y siguen siendo, una banda de ladrones sinvergüenzas La magnitud de la rapiña llevada a cabo por estos delincuentes que nos gobiernan y que antes nos habían gobernado durante 12 larguísimos años, y la desprolijidad e impunidad con la que se han manejado ha quedado plasmada en una condena por administración fraudulenta.

Seis años, el máximo contemplado para este tipo de delitos. Si consideramos que a quien se roba un auto le corresponden cuatro años de prisión, seis años por haber defraudado al Estado (es decir a todos y a cada uno de nosotros) algunos miles de millones de dólares, parece una pena insignificante. Pero por otro lado, ayer hemos alcanzado un hito institucional del que debemos sentirnos orgullosos y que debemos celebrar.

Por primera vez las presiones, la desidia y la impunidad que suelen sobrevolar los juzgados cada vez que se ventilan casos de corrupción ha dejado lugar a una ejemplificadora aplicación de la justicia. Todavía falta mucho para que la condena quede firme, pero este ha sido un gran primer paso.

Otra hubiera sido la historia si en la época de la mayor bonanza para América Latina, estos mentirosos vendedores de ilusiones, artífices de relatos y traficantes de bolsos y billetes al peso, hubieran invertido en el país el producto resultante de una década de fuertes vientos de cola. No tenemos más que mirar a nuestro alrededor y ver cómo aquellos países a los que mirábamos con sobrado desdén a mediados del siglo pasado, han producido en ese tiempo el mayor salto cualitativo de toda su historia.

De haber robado un poco menos, los “K” hubieran pasado a la historia como los líderes de uno de los períodos de mayor expansión económica, pero no resistieron la tentación, coleccionistas de billetes, cajas fuertes y bóvedas de todo tipo, se robaron hasta las migajas, mientras los estúpidos que los votaron y todavía los adulan no pararon de empobrecerse.

Que Cristina haya sido condenada no es la solución a nuestros graves problemas, pero es un renovado soplo de aire fresco en un país sumido en la decepción, abrumado por su presente y descreído de su futuro. 

Estos acontecimientos me ponen infinitamente feliz.

¡Viva la Patria!”

Jorge Tisi Baña

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