Nuestra Señora de Malvinas

viernes, 31 de marzo de 2023

Los kirchneristas, cabezas de termo

 Un cabeza de termo k llama "oligarcas de derecha" a los agricultores. ¿Qué vendría a ser entonces la condenada corrupta, que tiene 450.000 hectáreas en Santa Cruz? ¿Una oligarca de izquierda? ¿No es una contradicción decir "oligarca de izquierda"? Para un cabeza de termo k, no, no es una contradicción, porque la condenada corrupta, aunque tenga 450.000 hectáreas, no es una oligarca. No sé qué tiene la Bruja Mayor, que los enceguece hasta el paroxismo.

"Argentina 1985", un insulto a la inteligencia y a la memoria de los argentinos

 


Un ex-integrante de una organización terrorista, como Ministro de Defensa de Argentina. Es un insulto a los argentinos, un insulto a los asesinados, torturados, acribillados, por las organizaciones terroristas. Es para vomitar del asco.

El peronismo, nacido del sionismo, en acto de Alta Traición, abre las puertas de la Patria para la entrada del sionismo

 

Peronismo y sionismo

La siguiente columna se sumerge en un análisis, no exento de polémica, que consiste en detectar similitudes entre el sionismo y el peronismo. “En parte, el derrotero de ambos movimientos de emancipación social fue similar”, afirma el autor. Estas líneas se proponen entonces analizar desde las similitudes iniciales entre ambas corrientes políticas hasta las divergencias más recientes.

Por Julian Blejmar

Peronismo y sionismo fueron definidos en algún momento como “movimientos de liberación nacional”. Raanan Rein académico israelí experto en peronismo, me señaló en una entrevista que no veía puntos en común en relación al término, ya que si bien este concepto era utilizado por movimientos del Tercer Mundo que al igual que Israel luchaban contra el colonialismo, la esencia del sionismo era distinta. Así que más allá de la llamativa coincidencia en esta definición, probablemente la cosa no venía por allí, aunque no podía dejar de notar paralelismos entre ambos.
Una pista la encontré en “Los orígenes de Israel”, el libro del historiador polaco-israelí Zeev Sternhell, donde refuta el extendido mito de que haya sido la ideología socialista la que primó en los dirigentes del sionismo laborista que gobernaron al Yishuv, es decir a la comunidad judía establecida en Palestina antes de la creación del Estado en 1948. Según Sternhell, lo que verdaderamente buscó esta dirigencia fue generar una cohesión entre las clases sociales con el objetivo de evitar los conflictos internos y fortalecer la empresa sionista, por lo que la ideología predominante fue la nacionalista, sin por ello dejar de aceptar las raíces socialistas iniciales. Incluso, apunta que la Histadrut, el sindicato de trabajadores judíos nacido en 1920 y que trabajaba codo a codo con el Yshuv, no perseguía objetivos revolucionarios y anticapitalistas, sino ganar poder dentro de la estructura sionista para tener la chance de dar empleo y absorber a la mayor cantidad de inmigrantes, sin responder en muchos casos a las demandas materiales de los mismos trabajadores.
De hecho, Sternhell plantea que el inicial primer ministro israelí, David Ben Gurion, quien fuera una figura central en la Histadrut y en el partido político Mapai -conformado por el Hapoel Hatzair, que rechazaba el socialismo, y Ajdut Avodá, que había surgido luego de que el sector nacionalista se impusiera al socialista-, fue un artífice de la destrucción de la organización obrera Gdud-Ha-Avoda, la única sólida en su objetivo de fundar el país sobre verdaderas bases socialistas, así como del combate contra el salario familiar que reclamaba un sector de la Histadrut, y contra la red educativa de enseñanza obrera, sosteniendo que el concepto de lucha de clases “oscurecía el carácter nacional”.
En la Argentina, Juan Perón afirmó en su momento que el suyo no era un movimiento de izquierda, sino que propugnaba una “izquierda justicialista por sobre todas las cosas; no es una izquierda comunista o anárquica. (…) una izquierda justicialista que quiere realizar una comunidad”.
Pero las similitudes pueden observarse también en aspectos más específicos. En su reciente libro «Mi tierra prometida», Ari Shavit plantea la siguiente descripción de los inicios de Israel: “En el corazón del fraccionamiento Bizaron  de Tel Aviv, el partido laborista tiene una sólida y leal mayoría. Incluso el estado mental es el del partido laborista: nacionalismo contenido, socialismo moderado, pragmatismo». Si estas últimas descripciones remiten también a un movimiento autóctono, es sin dudas al partido laborista argentino, que de hecho contribuyó con el 80% de los votos que recibió Juan Perón para acceder a su primera presidencia, y que luego se disolvería para dar paso al partido justicialista.
Shavit ahonda en la tipología de los seguidores del laborismo. «Nadie es demasiado santurrón, nadie insiste en ser absolutamente recto. Lo han visto todo. Creen en el trabajo duro de colocar un ladrillo tras otro. Pero también saben que para llegar al lugar correcto, a veces uno debe tomar una ruta enrevesada».
No parece ser la única afrenta de Shavit contra quienes juzgan desde la platea a un grupo de desposeídos que debió forjar un espacio para sí mismo. Va más allá, y frente a las atrocidades que también ocurrieron en la gesta de Israel, afirma que “una cosa me queda clara: el comandante de brigada y el gobernador militar tenían razón en enojarse con los sensibleros liberales israelíes de años posteriores que condenan lo que hicieron en Lod, pero disfrutan los frutos de su acto. Condeno al Bulldozer. Rechazo al francotirador. Pero no maldeciré al comandante de brigada y al gobernador militar y a los muchachos del grupo de entrenamiento. Al contrario. En todo caso, apoyo a los criticados. Porque sé que si no fuera por ellos, el Estado de Israel no habría nacido, yo no habría nacido. Hicieron el sucio, asqueroso trabajo que permite que mi pueblo, yo mismo, mi hija y mis hijos vivan”.
Ni el nacimiento de la Argentina ni la superviencia del pueblo argentino estaban en juego en la Argentina peronista. Eso está claro, y es por eso que el primer peronismo tampoco tuvo que cargar con muertos. Pero sí con un trabajo sucio, que permitió a muchos descendientes de oprimidos, hoy autodefinidos como liberales, tener un espacio en la sociedad argentina.

Bifurcaciones
En parte, el derrotero de ambos movimientos de emancipación social fue similar. Para Shavit “el proyecto sionista no se convirtió en lo que se suponía que debía ser: un grandioso proyecto de ingeniería bien planeado como el canal de Suez o el canal de Panamá. No se convirtió en una gran empresa de progreso que resolviera racionalmente uno de los problemas más desagradables de la humanidad. (…) en lugar de eso, el sionismo se convirtió en el proceso rebelde de improvisar soluciones imperfectas ante retos serios, atender nuevas necesidades, ajustarse a condiciones nuevas y crear nuevas realidades. Se reinventó a sí mismo una y otra vez, enfrentando en diferentes formas lo que es básicamente una situación imposible”.
Pero si la situación imposible en la Argentina fue doblegar a la oligarquía, a la que el peronismo incluso buscó sumarse en los ‘90, de la lectura del texto de Shavit, se pueden inferir, sin embargo, las grandes diferencias que se vislumbraron en la última década entre los hijos del laborismo israelí y los del laborismo argentino. Sobre los primeros, señala el autor israelí que: “Ellos fomentaron una cultura política edípica cuyo tema principal era el parricidio. De cierto modo, nunca crecieron. Nunca se convirtieron en líderes. (…) su visión estaba distorsionada y su alcance de la realidad se hizo cada vez más estrecha hasta que finalmente quedaron desconectados de ella. Los bienintencionados líderes de la izquierda israelí y del movimiento israelí por la paz se tornaron irrelevantes”. Sin embargo, la irrelevancia de la izquierda argentina –no siempre bienintencionada-, no significó la disolución final del movimiento que contuvo a una parte importante de la misma, el peronismo, sino que por el contrario lo mostró en su faceta más combativa de las últimas tres décadas.
Por eso, las similitudes iniciales entre estos dos movimientos parecen haber dado paso a las divergencias. Según Shavit, quienes recibieron el legado del laborismo israelí “No recordaron ni entendieron la historia. Sus constantes ataques hacia el nacionalismo, la milicia y la narrativa sionista consumieron la existencia de Israel desde adentro. Los negocios inculcaron ad absurdum la ilusión de normalidad al iniciar una privatización que arrasó con todo y estableció un régimen capitalista agresivo que no satisfacía las necesidades de una nación en conflicto. La academia inculcó ad absurdum una rígida corrección política al convertir los medios constructivos de autocrítica en una obsesiva finalidad deconstructiva por sí misma. Los medios promovieron una falsa conciencia que combinaba el consumismo alocado con una moralidad hipócrita. (…) Engañaron a los israelíes haciéndolos creer que Tel Aviv era Manhattan, que el mercado es lo que manda y que el dinero es Dios. Al hacerlo, les quitaron a los jóvenes israelíes las herramientas normativas necesarias para luchar por su país. Una nación sin igualdad, sin solidaridad y sin fe en su propia causa es una nación por la que no vale la pena luchar”.
Salta a la vista que, a diferencia de los anteriores párrafos, las similitudes no brillan por su presencia, si establecemos la comparación con la Argentina peronista de la última década. Con la excepción de la precisa descripción sobre los medios de comunicación, el punto en el que justamente se apoyó la derecha para regresar al poder.
A esta altura, muchos ya habrán enumerado las también grandes diferencias. Sin dudas serán ciertas. Pero no por ello podrán suprimir muchas de las similitudes.

(https://nuevasion.com.ar/archivos/6279)

Jordán Bruno Genta: "El marxismo es un ataque a la Religión, a la Patria y a la Familia"

 



"El hombre no puede existir sin Religión , sin Estado y sin Propiedad Privada; y la conciencia marxista de clase es la crítica de la Religión , del Estado y de la Propiedad Privada ".


Del significado del Comunismo Marxista y de la Revolución Rusa en la Historia Universal.

Jordán Bruno Genta


PRO CAUSA DE CANONIZACIÓN DEL PROFESOR JORDÁN BRUNO GENTA.

Inaceptable cesión de terrenos de la Patria a comunistas del antisocial Grabois y a la infame "Universidad" de las Madres de terroristas

 


VGM y Héroe de la Patria, Germán Mancisidor

 



VGM y Héroe de la Patria, Germán Mancisidor.

jueves, 30 de marzo de 2023

Santucho, genocida (felizmente) fracasado: "Tenemos que matar un millón (sic) de argentinos paa instaurar la patria socialista"

 

El millón de argentinos que tenían que morir para instaurar la patria socialista

Roberto Santucho, uno de los guerrilleros desaparecidos durante la última dictadura militar, había calculado la cantidad de víctimas que se necesitaban para implementar el proyecto comunista en el país.

El millón de argentinos que tenían que morir para instaurar la patria socialista
 “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas”, le manifestó una vez Santucho a su hermano Asdrúbal. (PanAm Post)

En el día de la memoria kirchnerista, donde no se habla de lo que pasó antes del 24 de marzo, que se limita la lectura de los hechos durante la dictadura y se olvidan algunas cosas que pasaron después, de lo único que se habla es de la cifra de los 30000 desaparecidos. Más allá del debate numérico y los datos reales, la consigna colectiva también tiene una necesidad concreta: la invisibilización de los planes políticos de los grupos armados, que buscaban la implementación del socialismo en Argentina.

Uno de los desaparecidos en aquellos años sangrientos fue Mario Roberto Santucho, nacido en 1936. Fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario del Pueblo (PRT) y también estuvo al frente del grupo guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). A diferencia de Montoneros, que luchó por el retorno de Perón a la Argentina, con el que terminaron confrontando luego de que el viejo caudillo no implementó ningún socialismo al retornar al poder, el ERP tuvo siempre una orientación marxista.

Luego de varios atentados que causaron su detención en 1971, y un escape de un penal de la cárcel de Devoto posteriormente, Santucho estuvo en Chile y Cuba, donde fortaleció sus vínculos internacionales antes de volver al país. Ya en 1973, al frente de la guerrilla comunista de nuevo en Argentina, Santucho confrontó una vez más contra el gobierno constitucional de Héctor Cámpora.

Por aquellos días, el guerrillero, mientras buscaba infructuosamente que la población apoye su causa, señalaba:
“El gobierno se coloca cada vez más claramente al lado de los espectadores y los represores, junto a los enemigos del pueblo y de la Nación Argentina y se apresta a reprimir, más aún, ya ha comenzado a organizar la represión sangrienta contra el pueblo. En el terreno de la economía, en lugar de elevar el nivel de vida de las masas trabajadoras, hacer pagar la crisis a los capitalistas y organizar la economía bajo el control y administración de los trabajadores, intenta a través del pacto social maniatar a los obreros y dar vía libre a los empresarios para el enriquecimiento más rápido”.

Mientras se hacían las críticas políticas en los panfletos de las organizaciones, la guerrilla seguía con sus sangrientos atentados, que no hacían más que volcar a la opinión pública en contra de sus posiciones e intereses.
Luego del quiebre de Montoneros y Perón, y la llegada de los militares el 24 de marzo, Santucho intentó una alianza con los guerrilleros desilusionados del caudillo, pero ya era demasiado tarde. Murió en un enfrentamiento con las fuerzas armadas el 19 de julio de 1976 a los 39 años. Su cuerpo nunca apareció. Antes de su muerte, Jorge Rafael Videla reconoció que los militares hicieron desaparecer el cuerpo, para evitar que su tumba se convierta en un lugar de peregrinación de sus seguidores.

Aunque no sea políticamente correcto recordar las acciones de las organizaciones armadas en una jornada como hoy, no se puede desconocer las intenciones de la guerrilla en aquellos años. “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas”, le manifestó una vez Santucho a su hermano Asdrúbal.

Otro que fue honesto con estas cuestiones es Juan Arnold Kremer Balugano, cuyo nombre de guerra por esos años era Luis Mattini. Él sucedió a Santucho luego de su muerte en el PRT y en el ERP hasta su exilio en 1977. “No nos chupemos el dedo. Ahora hay una enorme cantidad de compañeros que se hacen los blanditos. La historia es la historia y hay que hacerla con la verdad. Pero la verdad es que nosotros nunca pensamos en la democracia. Nosotros pensábamos en la democracia en términos de Lenin, como un paso para instrumentar el socialismo. Teníamos toda la concepción leninista dura. Para nosotros la sociedad socialista tenía una etapa previa que era la dictadura del proletariado. En eso, que no se hagan los desentendidos”, reconoció.

Marcelo Duclos

Marcelo Duclos

Nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en Taller Escuela Agencia y realizó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade. Es columnista de opinión invitado de Perfil, Infobae y músico.

Ingeniero Raúl Amelong, víctima mortal de los asesinos Montoneros

 


Elevemos una oración por el eterno descanso de las víctimas inocentes de los asesinos apátridas (Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo, Fuerzas Armadas Peronistas, y demás lacras humanas), que buscaron aterrorizar a la nación y ahogarla en sangre para instaurar la infame "patria socialista". Ningún socialismo, comunismo, ni lacra semejante en la Tierra de la Virgen de Luján, Argentina.

Victimas Del Terrorismo Afavita

Así mataron al Ing. Raúl Amelong.

Así mataban los Montoneros...

El ingeniero Raúl Amelong llevaba a su hija a la facultad…como casi siempre.

Era Junio. Era 4. Y corría el año 1.975.

Presidía la Argentina la viuda de Perón.

Raúl Amelong trabajaba en Acindar, tenía 10 hijos y junto a él viaja Inés, su hija de 18 años.

Un semáforo en rojo. Amelong que frena. Inés que repasa con su padre unos ejercicios de matemática…y la tragedia que se desata. Una explosión tras otra. Vidrios rotos, sangre a borbotones. Gritos desesperados. Raúl Amelong que cae sobre su hija. Inés que reza. Silencio. “van a volver…” suspira y avisa Raúl Amelong en agonía.

Siempre volvían. Había que rematar al moribundo. Así era la “valentía” cobarde del terrorismo en Argentina.

Inés entonces reza con más fuerza. También está herida de muerte, pero no es aún su hora. Se salva de milagro. Así lo dispuso Dios.

Otro poco de silencio. Y otra vez la locura. El último puñado de tiros en la cabeza de su padre moribundo. El remate. El sello terrorista. El broche final de la locura asesina.

¿El gobierno?: Democrático.

¿Las víctimas?: Civiles. Un padre y su hija.

El odio del terrorismo, y su plan sistemático para acorralar de miedo a la sociedad.

Ese 4 de junio de 1.975…los Montoneros dejaban en claro el mensaje de guerra: Contra la democracia, y contra la población civil sin distingos.

Asesinar. Caiga quien caiga y muera quién muera.

Horacio R. Palma

Oración al Ángel Custodio de la Patria Argentina

 


Ángel arcabucero de Argentina


Ángel Custodio de Argentina


Ángel Custodio de España



Ángel Custodio de Portugal


Los grandes teólogos de la Iglesia Católica han sostenido, como presentada en la Sagrada Escritura, la doctrina de que la Divina Providencia ha encomendado a un Ángel, la custodia y protección de cada pueblo o nación.


Comentando sobre el capitulo décimo de la profecía de Daniel los Padres y escritores católicos toman ocasión de aquellas palabras “el Príncipe del Reino de los Persas, el Príncipe de los Griegos y el Príncipe de los Judíos” para exponer la común doctrina de que la Divina Providencia ha encomendado a la custodia y protección de un Ángel cada uno de los pueblos o naciones.


“Que cada Nación tiene su propio Ángel Custodio lo afirma la Escritura” dice Teodoreto. “Unos Ángeles están al frente de las naciones, otros acompañan a cada uno de los fieles” afirma San Basilio.


Además de la contemplación de Dios que los beatifica, los buenos Ángeles están ocupados en la guarda de la Iglesia, de las naciones y de los individuos; cada pueblo tiene su Ángel al frente, dicen San Gregorio, Casiano y San Isidoro.


San Cirilo se hace eco autorizado de la general creencia de que cada Reino tiene un Ángel particularmente encargado de guiarle.


San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo enseñan que a cada Nación ha sido dado un Ángel Guardián que la protege e inspira santos pensamientos a los que guía.


San Jerónimo, San Hilario y San Ambrosio describen al Ángel de cada Reino intercediendo por sus hijos y cubriéndoles con su protección.


San Juan Damasceno dice de ellos: “Mensajeros y ministros de Dios ejecutan su voluntad, se muestran a veces a los hombres, están destinados para guardianes de ciertas regiones de la tierra, de ciertas naciones; se ocupan de nuestros intereses y nos prestan auxilio.”


Ángeles custodios de iglesias y comunidades.


Santo Tomás de Aquino sostiene que, siendo los Ángeles servidores de la Providencia Divina, no sólo la vida de cada ser humano sino también las naciones, ciudades, iglesias y comunidades están bajo la protección y el cuidado de Ángeles. Esta afirmación también es compartida por otros teólogos.


En relación especialmente a los Ángeles custodios de naciones, en la Suma Teológica, se puede leer:


“Según se dijo atrás (artículo 3), la ley fue dada por medio de los Ángeles. Pero el ministerio de los Ángeles no sólo lo concedió a los judíos, sino a todas las naciones, según se lee en el Eclo 17,14: Dio a cada nación un jefe”.


(Suma Teológica, Santo Tomás de Aquino, Parte II, cuestión 98, artículo 4). Hace referencia a Eclesiástico 17, 17: “Para cada nación constituyó un jefe, pero la porción del Señor es Israel”.


Hay Ángeles custodios de las naciones, como el que se apareció a los tres pastorcitos en Fátima. Hay Ángeles que cuidan las Iglesias, las diócesis, los pueblos. Cuando se celebra la Santa Misa hay muchos que están presentes y lo mismo adorando continuamente al Santísimo Sacramento. San Juan Crisóstomo vio repetidas veces la Iglesia llena de Ángeles durante el Santo Sacrificio.


San Francisco Javier, para la evangelización de los países del Extremo Oriente, puso su confianza en Jesús, la Virgen y los nueve coros angélicos, especialmente en San Miguel, y afirmaba: “No espero poco del Arcángel San Miguel a cuyo cuidado he encomendado este gran reino del Japón. Cada día me encomiendo a todos los Ángeles custodios de los japoneses”. Del Santo Cura de Ars se cuenta que al divisar por primera vez el pueblo al que iba a ser destinado se arrodilló y se encomendó al Ángel custodio de la parroquia.


Sobre la intervención de los Ángeles en la vida de los hombres, podemos leer que también se les ha dado la misión de proteger naciones, ciudades e iglesias. La visión del profeta Daniel es la que confirma esta misión (Dn. 7 y 8). El cuidado de la Iglesias se confirma con el pasaje de Ap. 1:20 cuando se refiere a los Ángeles de las siete Iglesias.


ORACIÓN AL SANTO ÁNGEL CUSTODIO DE LA PATRIA


Oh, bienaventurado espíritu celestial, a quien la Divina Misericordia se ha dignado confiar el glorioso país de (aquí se nombra), para que lo defiendas y custodies; postrados ante ti y en amorosa unión contigo damos al Señor humildes y fervientes gracias por haber tenido para con nosotros la misericordiosa providencia de ponernos bajo tu protección; contigo le alabamos y bendecimos y a su divino servicio rendidamente nos ofrecemos.


Acepta, Ángel Santo, estos piadosos cultos que a tu honor dedicamos, ilumina nuestras inteligencias, conforta nuestras voluntades, presenta al Señor nuestras plegarias avaloradas con las tuyas; defiéndenos del enemigo de nuestras almas, que también lo es, y muy feroz, de nuestra Patria; alcánzanos del Señor que saquemos fruto y provecho espiritual de estos cultos, que crezcamos en la veneración a ti, en tu amor y en la docilidad a tus enseñanzas y dirección para que defendidos, custodiados y regidos por ti sirvamos fidelísimamente a Dios en nuestra vida privada y pública; para que se salven muestras almas y las de nuestros compatriotas todos; para que (se nombra el país) sea siempre el paladín de la Fe Católica y Dios Nuestro Señor la bendiga, prospere y glorifique. Amén.


Fuente: radiocristiandad