Nuestra Señora de Malvinas

jueves, 30 de enero de 2020

Monte Chingolo, el ataque terrorista del ERP más grande en Argentina


El 23 de diciembre de 1975, en Argentina y más precisamente en Monte Chincolo localidad del Gran Buenos Aires donde tenia su asiento el Batallón Depósito de Arsenales 601 «Domingo Viejobueno», se llevó a cabo uno de los ataques terroristas más grande y cruento de nuestra historia. Ejecutado por el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), tenía fijado como objetivo el robo de 13 toneladas de armamento liviano y pesado, que de haber sido exitoso hubiera agregado acontecimientos imprevisibles en esa sangrienta época. En él participaron 180 terroristas y las  bajas totales fueron: en  Ejército, 2 oficiales, un suboficial y 3 soldados, muertos, más 17 heridos. En la Policía Federal 8 heridos,  en la Policía de la Provincia de Buenos Aires 9 heridos. En las filas de los terroristas del ERP, hubo 62 muertos y 25 heridos, cifras que nos hablan de la magnitud del evento. Hoy gracias a la memoria de historiador del Mayor (R) del Ejército Argentino, CARLOS ESPAÑADERO* y a su desinteresada colaboración ofrecemos en 4 entregas un interesante resumen de  los acontecimientos previos, los ocurridos en el combate y los posteriores al mismo. Como siempre ESPAÑADERO, hace gala de seriedad, veracidad, todo muy lejos de egos y exaltaciones emotivas, lo cual nos asegura una lectura agradable y precisa acorde ocurrieran los hechos. Pasaron los años, podríamos decir que Argentina en muchos aspectos perdió el rumbo y resulta que hoy son homenajeados como “jóvenes idealistas” los que a través de acciones terroristas sembraban por doquier  la muerte de hombres, mujeres y niños. Entre ellos los autores de este cruel ataque. Que el escrito de ESPAÑADERO, sirve de homenaje a aquellos uniformados dispuestos a entregarlo todo defendiendo la libertad de los argentinos.
www.PrisioneroEnArgentina.com                                                                                                           
Enero 27, 2020

*My. (RE) Carlos Antonio Españadero Argentino, nacido en 1931, militar, técnico de inteligencia. Fue profesor de geopolítica, en la Universidad Nacional de Mar del Plata (Bs. As.), Departamento de Geografía, y profesor de Antropogeografíay geografía política en el CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica), Departamento de Historia. Se desempeñó como profesor de Inteligencia, en la Escuela Superior de Policía de la Provincia de Buenos Aires y en la Academia Superior de Estudios Penitenciarios. Además profesor de inteligencia en la Escuela de Inteligencia de la Fuerza Aérea. En 1980, produjo dos trabajos para el departamento Doctrina de la Jefatura II – Inteligencia del EMGE del Ejército Argentino, titulados: “Experiencias y enseñanzas de los ataques terroristas a los cuarteles” y “Experiencias y enseñanzas de los homicidios cometidos por los terroristas”. Trabajó en empresas de seguridad, como Supervisor, Jefe de Zona, Jefe Departamento Seguridad, Investigador y productor de estudios de seguridad. En el 2005, fue Coordinador de Protección de Plantas y Mercaderías en Tránsito del grupo Química Estrella / Corporación General de Alimentos. Con el Dr. Jorge Parisi, ha escrito en el 2002, “Seguridad contraterrorista”. En el 2009 terminó y publicó el libro digital titulado: “El problema del terrorismo”. En el 2010, terminó y publicó el libro digital titulado “La seguridad pública”. En 2011, imputado por la Dra. Eva Seleme, juez federal Nº 1, de Comodoro Rivadavia (Chubut) por un delito de “lesa humanidad” en acciones en que no tuvo nada que ver. El 06 de setiembre 2012, con prisión preventiva alojado en el complejo penitenciario de Marcos Paz (Bs.As.), a los 81 años; sin existir ninguna diligencia investigativa más. Y por el mismo juicio, en el 2014; sin pruebas, condenado en primera instancia a prisión perpetua y a cumplir en prisión. La sentencia, apelada, fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia, el 24 de setiembre de 2015.

MONTE CHINGOLO
ENTREGA 1
CONSIDERACIONES PREVIAS
Hace bastante tiempo, que me preocupa manifestar mi opinión sobre la guerra que asoló nuestro país, según mis estimaciones entre 1965 y 1983.
Esto conversado frecuentemente con algunos apreciados camaradas, me ha impulsado a escribir algunas notas, al margen del trabajo básico que estoy construyendo y que he denominado “La tragedia terrorista argentina”.
En esta tarea me preocupa la extensión del mismo, que he previsto en 6 tomos (ebook) de los cuales estoy revisando los 2 primeros, prácticamente completos, el tercero también reconstruido y completo, en desarrollo el tomo 4, y con muchos borradores en los tomos 5 y 6. Para peor proyectaba continuar con otro trabajo titulado “El plan de exterminio” que corresponde a una etapa que abarca entre 2001 y la actualidad, con antecedentes desde 1983.
Mario Roberto Santucho (1936 – 1976)
Pero mis 88 años me indican que esta última parte del proyecto es prácticamente imposible de materializar. Pero todo esto es una mera explicación que solo busca  expresar mis conflictos intelectuales y mi inclinación a matizar con notas mi trabajo.
Y con esto dejemos mis problemas a un lado y vayamos entrando en tema. He recibido una cálida invitación de un amigo, que me impulsa a escribir algo sobre la guerra interna y que puede servir para evitar que mi pensamiento me lo lleve conmigo a mi muerte.
En este orden de ideas, el ataque del PRT – ERP al batallón de Arsenales 601, es una operación digna de consideración dado que pone de manifiesto el proyecto estratégico militar de la banda terrorista y a la vez la reacción militar que quitó toda esperanza a los primeros para avanzar en el camino que habían seleccionado.   
Las operaciones producidas por el terrorismo subversivo militarista[1] en la Argentina, no es conveniente se consideren únicamente en el desarrollo táctico del mismo. Muchas veces, sino siempre, la narración de los mismos brillantemente expuestos, no permiten ser comprendidos al desconocer el marco estratégico en que se produjeron.
                                                EL MARCO ESTRATÉGICO
La guerra es producto de una estrategia política, que excede a la conducción militar superior. Y si no es así, seguro que algo anda mal.
La conducción política es la que alinea a todo el potencial de la nación, y cuando esta existe, la conducción militar es una herramienta más para el logro de las finalidades y objetivos que ha establecido el primero.
Una primera exigencia para poder gobernar es lograr una severa disciplina de todos los aspectos sectoriales de la nación, que implica evitar que estos pretendan desde sus particulares enfoques subordinación a la nación.
Por supuesto, la conducción política es la que está calificada para dar preeminencia a ciertos sectores sobre otros, pero esto debería ser producto de la elaboración del proyecto estratégico del gobierno. Y esto es gobernar, es la faz arquitectónica de la política[2]
Pero a la vez, debo advertir. que las conducciones políticas en el mundo, son muy vulnerables a la soberbia de los responsables que deben conducir el potencial de su nación sin preocuparse en hacer un proyecto.
Y esto se debe que en la mayoría de las naciones su poderío es desmesurado con respecto a sus elementos constitutivos, y da como resultado que hay gobiernos que emplean el poderío de las mismas, sin un previo esfuerzo para materializar una estrategia, que tiene en su justificación el ser una conducta futura posible, pero con finalidades y objetivos                                                                                         nacionales a alcanzar.
Puesto en la historia de esta trágica guerra, si hay una peculiaridad del lado gubernamental, fue la existencia de un poderío militar, que lo inclinó a dar  mayor importancia a sus aspiraciones de gobernar que de combatir.
Y con esto, no califico los logros y fracasos que fueron resultando de esta confrontación indeseable.
Para explicar Viejobueno, es necesario tener presente la estrategia empleada por el PRT ERP y entender el motivo del ataque realizado por esta banda.
Puede pensarse, ¿por qué no hablar de la estrategia del gobierno militar también? Y ante esto aclaro que esta también reclama un conocimiento que no eludiré. Pero generalmente en la guerra, las tácticas son conductas grupales donde la iniciativa está en quien pretende iniciar una acción (caso de un ataque), y que de alguna manera intenta por lo menos sorprender al enemigo con una operación no esperada, sea por la oportunidad, el lugar o el modo.
EL CONDUCTOR DEL PRT – ERP
Mario Roberto Santucho, desde sus primeros pasos emergió con una fuerte personalidad política, que se puso de manifiesto en un pensamiento ortodoxamente marxista, que desde un principio lo orientó a una estrategia para la toma del poder, marxista leninista. Tenía en su vida a Ho Chí Minh como su numen inspirador.
Y se impone su mención, dado que el PRT, desde sus antecedentes, tuvo en esta persona el impulsor de su gestación, desarrollo y muerte.
En el momento del ataque al Batallón de Arsenales 601, era la cabeza del buró político del PRT y como tal formaba parte del Comité Ejecutivo y el Comité Central, y como comandante de ERP tenía la conducción exclusiva del mismo. A la vez, operaba con la Junta Coordinadora Revolucionaria que contenía en su composición a los representantes de las bandas terroristas de los países limítrofes[3].
Profundamente antiperonista, sus relaciones con los grupos similares que utilizaban la figura de Perón, fue generalmente distante, e incluso en muchos casos haciendo que el ERP realizara operaciones que posibilitaran serios quebrantos en las relaciones de éstos con Perón. Hay casos destacables como el ataque al Batallón de Arsenales y el más eficaz que fue el ataque al Regimiento Blindado de Azul.
Su visión leninista de la necesidad de la guerra prolongada, hacía que el centro de su esfuerzo fuera la lucha contra el aparato militar de la nación. Y en esto, sus elaboraciones estratégicas se orientaron a lograr un ejército regular propio que pudiera enfrentar a las FFAA argentinas. Su idea no pasaba por ninguna negociación que no fuera incondicional, y quizás por este motivo, tanto él como sus elementos dependientes no podían salir de una alternativa mortal: Triunfo o muerte.
Si bien esto requeriría un trabajo más extenso, creo que lo expuesto da una idea que permitirá entender las motivaciones de la conducción estratégica de la banda terrorista en el momento que decide, prepara y ejecuta el ataque del Batallón de Arsenales a pesar de existir  muchos fundamentos para buscar una oportunidad mejor para su bando.
   La Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) fue una organización internacional sudamericana, que tenía por objeto la colaboración entre distintas bandas terroristas de ArgentinaChileUruguay y Bolivia. Nació a principios de 1974 y fue desarticulada a mediados de 1976.
Estuvo integrada por el PRT– ERP de (Argentina), el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros de Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia. Un símil de lo creado por sus enemigos denominado “Plan Cóndor”
[1]   Explicado en mi libro “El problema del terrorismo”
[2]  La faz agonal y la arquitectónica: Explicado por el Dr. Mario Justo López, en su obra Derecho Político. La faz agonales la actividad de lucha para lograr el acceso a los cargo políticos. Es competencia entre quienes aspiran a ocuparlos e incluso con los que lo ocupan. La faz arquitectónica es el ejercicio del poder obtenido, intentando regular las normas y el comportamiento del grupo a gobernar. Este aspecto constituye la justificación fáctica del sistema político. La conducción del quehacer, creación y construcción sucesiva de hechos o metas. Si este proceso no ocurre, se pierde el sentido dinámico de la actividad política.
[3]   La Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) fue una organización internacional sudamericana, que tenía por objeto la colaboración entre distintas bandas terroristas de ArgentinaChileUruguay y Bolivia. Nació a principios de 1974 y fue desarticulada a mediados de 1976.
Estuvo integrada por el PRT– ERP de (Argentina), el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros de Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia. Un símil de lo creado por sus enemigos denominado “Plan Cóndor”

jueves, 23 de enero de 2020

El día que Perón llamó a "aniquilar cuanto antes al terrorismo criminal"

Por Nicolás Gilardi
19 de enero de 2019
ngilardi@infobae.com
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Corrían los primeros días del año 1974. Apenas cuatro meses antes, Juan Domingo Perón había sido elegido presidente, plebiscitado con más del 62 por ciento de los votos. Pese a esto, la guerrilla no cesó sus ataques y el día 19 de ese enero el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) llevó a cabo uno de sus golpes más audaces: el ataque al regimiento de Azul, en cuyos cuarteles tenían asiento dos unidades, el Grupo de Artillería Blindado 1 y el Regimiento de Caballería de Tiradores Blindado 10 "Húsares de Pueyrredón".

Cerca de las 20, los guerrilleros tomaron una casa cercana al cuartel para realizar la concentración previa y luego, minutos antes de la medianoche, entre 80 y 100 miembros de la agrupación trotskista comenzaron el ataque. Este fue facilitado por un soldado, algo recurrente en estos episodios violentos ocurridos en la década del 70. "Teníamos información del cuartel a través de un soldado que estaba cumpliendo ahí el servicio militar", recordó en sus memorias Enrique Gorriarán Merlo, quien comandó el intento de copamiento.

Los guerrilleros secuestraron al coronel Ibarzábal y asesinaron a Camilo Gay, jefe del regimiento
Los guerrilleros secuestraron al coronel Ibarzábal y asesinaron a Camilo Gay, jefe del regimiento
Los objetivos de la acción armada eran el robo de armas para la futura guerrilla rural que el ERP instalaría en Tucumán y plantear un abierto desafío a las Fuerzas Armadas y al presidente constitucional, nada menos que Perón, en quien la mayoría del pueblo había confiado para ordenar un país sumido en el caos político y económico.

El ataque fracasó y provocó un quiebre en la opinión pública y en la visión que algunas personas tenían sobre los grupos insurgentes, a los que miraban con cierta simpatía, sobre todo en épocas de dictadura. El episodio mostró la verdadera cara de la guerrilla, que asesinó al jefe del cuartel, Camilo Gay, y a su esposa, Hilda Irma Caseaux, y secuestró al coronel Jorge Ibarzábal, a quien mató a balazos 10 meses después, cuando los erpianos que lo trasladaban de una "cárcel del pueblo" a otra quedaron cercados en una pinza policial.

Estrella Roja, el órgano de difusión del ERP. En la foto, el coronel Ibarzábal, secuestrado en una “cárcel del pueblo”. Fue asesinado 10 meses después
Estrella Roja, el órgano de difusión del ERP. En la foto, el coronel Ibarzábal, secuestrado en una “cárcel del pueblo”. Fue asesinado 10 meses después
Perón asimiló la estocada, que sintió como un verdadero desafío a su autoridad, a partir de esa acción endureció sus expresiones públicas para condenar al terrorismo y aceleró la aprobación de un proyecto de ley para modificar el Código Penal, con penas más duras para los que atentaran contra las instituciones.


Además, el episodio de Azul aceleró la ruptura de Perón con Montoneros, que el 25 de septiembre de 1973, apenas dos días después de las elecciones que consagraron presidente al líder justicialista, asesinaron a José Ignacio Rucci, un alfil en su armado político. Si bien la guerrilla peronista no estuvo involucrada en el ataque de Azul, para Perón ya se habían borrado los límites entre los insurgentes que invocaban su nombre y los que comulgaban con el trotskismo o el guevarismo. De hecho, Perón consideró que el intento de copamiento a Azul se produjo en la provincia de Buenos Aires por la "evidente desaprensión de sus autoridades". Un golpe directo para el gobernador Oscar Bidegain, cercano a la Tendencia Revolucionaria peronista, quien tuvo que dejar su cargo.

Perón, de uniforme, durante una actividad oficial en su tercera presidencia
Perón, de uniforme, durante una actividad oficial en su tercera presidencia
"Aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal"

El 20 de enero de 1974, minutos después de las 21, Perón, vistiendo su uniforme de teniente general, brindó un duro mensaje por cadena nacional desde la residencia presidencial de Olivos, condenando el ataque a Azul.

El jefe de Estado estaba acompañado por la vicepresidente, María Estela Martínez de Perón, el edecán militar, teniente coronel Alfredo Díaz y flanqueado por dos soldados del Regimiento de Granaderos a Caballo. Esta escenografía y el tono del mensaje no dejaron lugar para las especulaciones. Perón remarcó "el grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas", los calificó de "enemigos de la Patria", advirtió que se había acabado la paciencia y convocó a "todas las fuerzas políticas y al Pueblo en general a tomar partido activo en la defensa de la República".


El discurso que Perón dio por cadena nacional

Cargó, sin nombrarlo, contra el gobernador bonaerense Bidegain: "No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ellos obedecen a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible, o, lo que sería aún peor, si mediara, como se sospecha, una tolerancia culposa".

Y en la parte final de su discurso dejó una contundente frase destinada a quedar marcada en la historia. Fue cuando llamó a "aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal", convocando a todos los sectores a "la lucha que dé lugar". Asimismo, advirtió que si el pueblo no lo acompañaba en ese desafío, estaba dispuesto a dar un paso al costado.


La salida de los diputados de la JP

El ataque a Azul aceleró la ruptura de Perón con Montoneros y una muestra de eso fue lo ocurrido con los diputados nacionales que respondían a la Juventud Peronista. Estos se oponían a parte de las reformas que el gobierno justicialista quería hacer en el Código Penal, modificaciones que apuntaban a castigar más efectivamente el accionar terrorista. Los legisladores de la JP creían que la nueva ley era excesivamente represiva y que sus alcances eran difusos.

Buscando evitar más rispideces, los diputados solicitaron una reunión con Perón para aclarar sus diferencias, intentando un acercamiento. El 22 de enero, tres días después del ataque a Azul, el mandatario los recibió en Olivos, pero para su sorpresa, lo hizo con todos los medios de prensa y las cámaras de televisión prendidas, acompañado por el jefe del bloque del Frejuli, Ferdinando Pedrini, el ministro del Interior, Benito Llambí, el de Bienestar Social, José López Rega, el secretario general de la presidencia, Vicente Solano Lima, y el secretario de Prensa, Emilio Abras.

"Muy bien, señores, ustedes pidieron hablar conmigo. De qué se trata, los escucho", fueron las primeras palabras de un Perón con cara de pocos amigos, ante la incrédula mirada de los diputados de la Tendencia, que intentaron mostrarse conciliadores. En el ida y vuelta, Perón no aflojó, pese a que los legisladores le entregaron un comunicado de repudio a los hechos de Azul. El Presidente dejó claro que la reforma era necesaria y lanzó varias advertencias, que iban más allá del ERP y alcanzaban claramente a Montoneros. Perón les dijo que las diferencias en torno a la reforma del Código deberían haberse aclarado en el seno del bloque oficialista y no perdió oportunidad para hablarles en duros términos, en línea con su discurso del 20 de enero.

"La debilidad nuestra será la que produzca la propia desgracia del país, que es lo que queremos evitar", les explicó sobre la necesidad de la reforma. Y agregó: "Nosotros, desgraciadamente, tenemos que actuar dentro de la ley (…) y para no salir de ella necesitamos que la ley sea tan fuerte como para impedir estos males".

Noticias, el diario de los Montoneros, informa sobre la salida de Bidegain
Noticias, el diario de los Montoneros, informa sobre la salida de Bidegain
Pero la parte más contundente fue cuando Perón les advirtió lo que podría ocurrir si la ley para penar los delitos terroristas no era sancionada.

"Ahora bien, si nosotros no tenemos en cuenta a la ley, en una semana se termina todo esto, porque formo una fuerza, lo voy a buscar a usted y lo mato, que es lo que hacen ellos (…) Si no tenemos la ley, el camino será otro; y les aseguro que puestos a enfrentar la violencia con la violencia, nosotros tenemos más medios posibles para aplastarla, y lo haremos a cualquier precio, porque no estamos aquí de monigotes (…) Si no hay ley, fuera de la ley también lo vamos a hacer y lo vamos a hacer violentamente", les advirtió.

Y para que no queden dudas que las referencias también aludían a Montoneros, recordó el crimen de Rucci: "¿Y nos vamos a dejar matar? Lo mataron al secretario general de la CGT, están asesinando alevosamente y nosotros con los brazos cruzados, porque no tenemos ley para reprimirlos".

La reforma del Código Penal fue finalmente aprobada el 25 de enero. Luego de esto, ocho diputados de la Tendencia renunciaron de sus bancas y poco después el Consejo Superior Justicialista los expulsó del movimiento. Los legisladores eran Diego Muñiz Barreto, Santiago Díaz Ortiz, Carlos Kunkel, Armando Croatto, Jorge Glellel, Aníbal Iturrieta, Rodolfo Vidaña y Rodolfo Vittar.


"Exterminar uno a uno a estos psicópatas"

El 23 de enero, un día después de la reunión con los diputados, Perón les envió una carta a los "jefes, oficiales, suboficiales y soldados de la guarnición Azul", en las que les agradeció "el heroico y leal comportamiento" mostrado durante la agresión sufrida a manos del ERP.

En el escrito, Perón les aseguró a los militares que no estaban solos en el combate contra el terrorismo. "Sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo el que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran mas agresiones y secuestros".


La carta de Perón a los militares de Azul

Pero no fue todo. En línea con su discurso por cadena nacional y con las exhortaciones a los diputados de la JP, utilizó una terminología similar para calificar el accionar de la guerrilleros, a los que calificó como "psicópatas", a los que había que "exterminar uno a uno para bien de la República".

Para completar el cuadro, el 29 de enero los diarios informaban que habían sido oficializadas las designaciones de los comisarios Alberto Villar y Luis Margaride como subjefe de la Policía Federal y jefe de la Superintendencia de Seguridad Federal, respectivamente. Villar y Margaride habían sido dos jefes policiales representativos en las dictaduras precedentes a los gobiernos de Cámpora y Perón y estaban en situación de retiro. Ahora, eran convocados directamente por el líder justicialista para volver al servicio activo para sumarse al combate contra la subversión. Otra muestra de que los tiempos habían cambiado.
(https://www.infobae.com/historia-argentina/2019/01/19/el-dia-que-peron-llamo-a-aniquilar-cuanto-antes-al-terrorismo-criminal/?fbclid=IwAR10LUblYX0ZUbw9RpwGH1L4yEOC1uDfVre8kK1EOY1GDHyjZE3TzUp8s4w)

Héroes de La Tablada

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Sean Eternos los Laureles
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ARGENTINA EN GUERRA. GUERRA ANTISUBVERSIVA 1959/1990: 23 DE ENERO DE 1989, BATALLA DE LA TABLADA. LA POLICÌA BONAERENSE PONE A SALVO A LA NACIÒN ARGENTINA DURANTE EL ATAQUE Y COPAMIENTO DEL 3er REGIMIENTO DE INFANTERIA MECANIZADA "GENERAL BELGRANO" Y DEL 1er ESCUADRON DE EXPLORACION DE CABALLERIA BLINDADA

El 23 de enero de 1989, siendo las 06:15 horas un grupo de extremìstas castroguevarìstas de entre 45 a 50 terroristas pertenecientes a la organizaciòn mafiosa MTP (Movimiento Todos por la Patria), de clara ideologìa judeomarxista, y entre los cuales había varias mujeres, irrumpió en los cuarteles del 3er Regimiento de Infanterìa Mecanizada y Escuadròn de Exploraciòn de Caballerìa Blindada 1 con asiento el La Tablada, provincia de Buenos Aires, tras embestir y derribar el portón de entrada de la guarnición, utilizando cinco automòviles, y un camión de transporte de gaseosas que minutos antes habìa sido robado a punta de arma. En dicha operación inicial fue asesinado el soldado conscripto Roberto Taddia en la citada entrada, que estaba barriendo el acceso a la guardia y sin que tuviese la oportunidad de hacer uso de su arma asignada. Acto seguido fue tomado el local de la guardia de prevención, permaneciendo en él varios terroristas, mientras el resto ingresaba con los vehículos al interior del cuartel.
En esta operación participaron dos grupos debidamente identificados: uno de incursiòn compuesto por 45 a 50 extremìstas que como veìamos ingresò al cuartel en forma violenta, y otro no identificado y de nùmero indeterminado (tal vez un centenar de extremìstas), que actuó fuera de las instalaciones militares, en actividades de diversiòn, bloqueo y hostigamiento, para evitar la llegada de unidades policiales y militares en apoyo del Regimiento (y llegado el momento para cubrir la retirada de los terrorìstas incursores), como así también en acciones de agitación social y apoyo sanitario, llevadas a cabo por subversivos confundidos entre la población civil que rodeaba a la unidad de Ejército.
El objetivo prioritario, además de la tarea inicial de tomar la guardia de prevención, era apoderarse de las instalaciones de la plana mayor de la unidad, los casinos (oficiales y suboficiales) y una o más subunidades, con la finalidad de sustraer armamento y municiones, y huir tras producir la mayor cantidad de muertes y destrucciòn posible, y generando una clara desestabilizaciòn polìtica y social.
Inicialmente sólo pudieron cercar al edificio de la plana mayor, y tomar algunas dependencias del mismo, ya que la resistencia del subjefe del 3er Regimiento, el mayor paracaìdista Horacio Fernández Cutiellos impidiò que el edificio fuese totalmente tomado; mientras tanto el casino de suboficiales fue capturado, y allì trasladaron a los pocos soldados que habìa en la unidad ese dìa, y sorprendidos desarmados cuando apenas iniciaban sus tareas rutinarias, los que no pudieron escabullirse u organizar una resistencia fueron reducidos y tomados como rehenes, manteniéndolos en esa situaciòn con la intenciòn de utilizarlos como escudos o moneda de cambio en caso de verse acorralados por un contraataque militar antes de cumplir su objetivo principal y huir.
Debido a los escasos efectivos que se encontraban en la unidad como consecuencia de las licencias anuales al iniciarse el verano, que el personal aún no regresaba del franco de fin de semana, y a que era la hora en que se iniciaban las tareas diarias, toda informaciòn que los terrorìstas contaban y habrìa sido proporcionada por altos funcionarios del gobierno Nacional, cuyo Presidente y alguno de sus ministros y cargos polìticos estaban ligados o habìan pertenecido a la organizaciòn castroguevarìsta terrorìsta ERP-PRT, que era el grupo del que derivaba el MTP, lograron el copamiento de la unidad militar en un reducido lapso de tiempo, explotando tales circunstancias y el factor sorpresa.
El concepto de esa operación, planeada y comandada desde fuera de las instalaciones militares por el terrorìsta y asesino serial Enrique Gorriarán Merlo, fue claramente determinado por la documentación secuestrada durante y después de las acciones de recuperación de las instalaciones militares, entre la cual se encontraba la proclama inicial que pretendían difundir por emisoras radiales, que iban a ser copadas; una segunda proclama en la cual se instrumentaba un plan de emergencia luego que el gobierno castroguevarista accediese al poder. En dicho desquiciado plan se incluía la disolución de las Fuerzas Armadas y su reemplazo por milicias populares; por último, una serie de comunicados en los cuales se detallaban las organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles y educacionales que se adherían al movimiento terrorìsta y a la toma del poder nacional. Es asì que una vez consolidada la primera fase de la operación con la toma del cuartel, comenzaría la fase de agitación popular con la ayuda de altavoces que poseía el grupo de apoyo externo, justificando su actitud con la falsa excusa que la toma de la unidad militar era para desalojar a militares rebeldes carapintadas adictos al ex coronel Aldo Rico y al coronel Mohamed Alì Seineldin que tenían el propósito, según el grupo terrorista MTP, de dar un golpe de estado. Para ello los terroristas tenían impreso una gran cantidad de volantes en los cuales los citados militares supuestamente llamaban a la rebelión contra el Gobierno de la Nación. Dichos panfletos también fueron secuestrados al grupo atacante junto con el resto de la documentación ya indicada.
Luego de la toma del cuartel, la agitación popular que pretendían lograr estaba destinada a convocar una marcha multitudinaria desde varios puntos de la Capital Federal, gran Buenos Aires, e incluso desde el interior del país, para dirigirse a Plaza de Mayo y ocupar la Casa Rosada, con un gobierno Nacional que obviamente no movilizarìa ni a las Fuerzas Armadas ni a las Fuerzas de Seguridad Federales, ni ofrecerìa resistencia real. Esto se haría para evitar el ficticio golpe de estado de Seineldìn.
Si esta operación hubiese tenido éxito, lo mismo habría ocurrido en las otras zonas más pobladas del país, principalmente en Rosario y Córdoba.
Sin embargo toda esta operaciòn tan bien orquestada desde Cuba y puestos de vital importancia del gobierno Nacional, no contaron con una patriòtica y veterana adversarìa del extremìsmo castroguevarìsta: ¡La Policìa Bonarense!!!
Es asì que el primer mòvil de patrulla policial que casi al mismo tiempo que se iniciaba el asalto extremìsta, mientras realizaba su habitual ronda jurisdiccional en prevenciòn de ilícitos, al advertir tales acontecimientos plantò cara a los extremìstas, aunque creyendo que se trataba de un alzamiento militar, y solicitaron inmediato apoyo, que con gran rapidez y eficacia convergieron mòviles policiales sobre el acceso de la unidad militar, quedando sellada la principal vìa de escape de los extremìstas, para pronto y ante el cariz que tomban los acontencimientos, unidades de la Policìa de la Provincia de Buenos Aires procedentes de todo el Conurbano Bonaerense literalmente rodearon al Regimiento 3, y el destino de los extremìstas quedò sellado.
Estos primeros efectivos policiales que se hicieron presentes en apoyo estaban al mando del jefe del Comando Radioeléctrico de La Matanza, comisario inspector Emilio Garcìa Garcìa, quien al tomar conocimiento de la gravedad de los hechos se apersonò ante el Regimiento 3 y poniéndose al frente de su personal, decidiò arremeter contra la guardia de prevenciòn para ingresar al Regimiento y asì ayudar a los soldados del Ejército que se sabìa combatìan en el interior de la unidad militar, ya que claramente se oìa la impresionante balacera que allì se desarrollaba. Fue asì que al aproximarse al local de la guardia de prevención al frente de sus hombres y abordo de mòvil policial, son recibidos a tiros por los subversivos, y el comisario inspector recibió impactos de escopeta Itaka en el pecho que lo hirieron de gravedad. Inmediatamente fue evacuado por sus subalternos mientras arreciaba la lucha, y trasladado a un centro asistencial, fue intervenido quirúrgicamente, aunque falleciò tres días después, el 26 de enero.
Fue en ese tiroteo en que varios terrorìstas fueron alcanzados ya, que también resultò muerto el sargento de policìa José Manuel Soria, que acompañaba al comisario inspector Garcìa Garcìa, y ambos fueron los dos ùnicos policìas asesinados en la batalla que apenas comenzaba.
No tardaron en llegar las primeras unidades militares de apoyo, y también comenzaron los combates con facciones terrorìstas y francotiradores del grupo de acciòn externa del MTP. Obviamente los terrorìstas no tenìan ya salida, y ni la Policìa Bonaerense ni el Ejército dieron tregua a los agresores, pues Argentina nuevamente estaba siendo atacada, y la Patria debìa defenderse sin dudar y a cualquier precio.
A esa altura de los acontecimientos y encontrándose cercados los elementos subversivos, el Estado Mayor General del Ejército, con la ineludible autorización del presidente de la Naciòn y ex-asesor legal del ERP-PRT en los años 70s, Raúl Ricardo Alfonsín, ordenó el traslado y posterior empleo de efectivos militares y de Gendarmería Nacional, que luego fueron reforzados por efectivos de Policìa Federal, todos bajo las órdenes de un comando unificado, a cargo del general de brigada Alfredo Arrillaga, quien se desempañaba como Inspector General del Ejército.
Los parqueaderos de vehìculos de combate y el arsenal nunca pudieron ser capturados por los extremìstas, gracias a la resistencia de los pocos soldados que estaban de guardia en esas dependencias y otros pocos que pudieron reaccionar y unìrseles al comenzar la batalla, y que al llegar los primeros refuerzos militares ya se reforzaron, e inmediatamente pusieron en marcha vehìculos blindados TAM-VCTP y AML-90 para contrarrestar a los sediciosos. Pero casi al mismo tiempo que estos primeros refuerzos militares llegaban, el centro de comando del Regimiento 3 que sòlo estaba defendido por el mayor Fernández Cutiellos y algùn otro efectivo que alcanzò a unìrsele en los primeros momentos, cayò cuando este oficial fue alcanzado por la espalda y resultando asesinado; momento en que justo el mismìsimo teniente coronel Jorge Echezarreta alcanzò a llegar por breves instantes al epicentro de la unidad, y asi pudo acompañar a Fernández Cutiellos en sus últimos momentos de vida, recordando luego con profunda emociòn Echezarreta que: "Lo llamé como lo hacía siempre, por su apodo. Me acerqué y me tomó la mano fuertemente al tiempo que levantaba el pulgar de la otra mano para darme a entender que todo estaba bien" (...) "Tenía burbujas de sangre que le salían por la cara y poco después murió".
Las acciones militares se llevaron a cabo durante todo el día 23 y hasta las 10:30 hs. del día 24 de enero, oportunidad en que, ya abatidos la mayor parte de los subversivos que siguieron combatiendo hasta la hora indicada (32 de entre 45 y 50 calculados), se materializó la rendición de 14 de ellos, uno de los cuales (una mujer) falleció a los pocos minutos a consecuencia de las heridas previamente recibidas.
Junto con esta rendición se produjo la liberación de los rehenes que aùn quedaban en poder extremìsta, unos pocos suboficiales, ya que la mayorìa de suboficiales y soldados habìan podido escapar al caer una pared del casino que fue alcanzada por diparos de artillerìa del Ejército (en ese momento resultò muerto por el derrumbe, el soldado conscripto Héctor Cardozo, cuando justo estaba asistiendo a otro conscripto herido previamente).
Por expresa orden del Presidente de la Nación, los genocidas subversivos detenidos fueron puestos a inmediata disposición del juez federal en turno, Dr. Larrambebere quien con prontitud se hizo presente en el lugar de los hechos.
El saldo de fallecidos tras unas 28 horas de enfurecidos combates fue de 32 terrorìstas castroguevarìstas abatidos; y 9 militares de Ejército Argentino y 2 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires asesinados.
La cantidad de heridos y mutilados alcanzó a 37 soldados de Ejèrcito y policìas bonaerenses, algunos grave y horriblemente mutilados (pérdida de ambas piernas el subcomisario Re, y pérdida de un ojo el coronel Nani).
Los certificados procedimientos judiciales de identificación de muertos y detenidos, secuestro de armamento y municiòn (en su mayorìa de origen ruso y chino procedentes de Cuba, incluidos lanzacohetes antitanques RPG), vehìculos, documentación, y gran cantidad de bibliografía y material ideológico capturado a los subversivos, permitieron determinar fehacientemente que el grupo estaba integrado en su mayoría por miembros del MTP, que como ya dijimos era un desprendimiento del ERP-PRT, y liderado por Enrique Gorriarán Merlo y con elementos de otras organizaciones terrorìstas que en esta oportunidad estaban encuadrados dentro de la misma estructura pero pertenecìan a:
• Montoneros (Columna Sur-Oeste)
• PL (Partido de la Liberación)
• ML-29 (Movimiento de Liberación 29 de Mayo)

▪A continuaciòn se detallan los patriotas argentinos que el 23 y 24 de enero de 1989 resultaron asesinados en La Tablada por terrorìstas judeomarxistas:
_Comisario inspector PBA (Policìa de la provincia de Buenos Aires) Emilio Garcìa Garcìa.
Prestigioso oficial con 30 años de servicio, en el momento de la batalla de La Tablada era el jefe del Comando Radioleléctrico de La Matanza; y tras ponerse al frente de sus hombres y presentarse en primera lìnea, es sesinado cuando se aproximaba, abordo de un mòvil patrullero, a la guardia de prevenciòn de la unidad militar, momento en que junto a los efectivos que lo acompañaban fueron recibidos a balazos por los subversivos, siendo Garcìa Garcìa alcanzado en el pecho por un impacto calibre 12/70 y resultando gravemente herido junto al sargento José Manuel Soria, que lo acompañaba y quien falleciò en el momento que intercambiaba fuego con el enemigo, a la vez que otros efectivos que también se trasladan en el mòvil también eran heridos.
Quedando todos estos policìas heridos frente al cuartel, y a merced de las armas terrorìstas, sus camaradas que ya respondìan el fuego, exponiéndose en medio del infernal tiroteo desatado, lograron acercarse al mòvil y rescatarlos. De inmediato fueron trasladados a un centro asistencial donde fueron intervenidos quirùrigicamente, pero a pesar del esfuerzo médico el comisario inspector Garcìa Garcìa falleciò tres dìas despuès, el 26 de enero.

_Sargento PBA José Manuel Soria
Este experimentando suboficial subalterno tambièn revistaba en el Comando Radioeléctrico de La Matanza, y estaba de guardia la mañana del 23 de enero de 1989, siendo uno de los primeros policìas en acudir en apoyo del mòvil que habìa solicitado ayuda.
Ya en el lugar, voluntariamente decidiò acompañar al comisario inspector que intentò ingresar a la unidad para ver que sucedìa. Cuando los terroristas los recibieron con una lluvia de balas y el comisarìo inspector fue gravemente herido, el sargento Soria y sus acompañantes respondieron el fuego enemigo, generándose un rabioso intercambio de disparos, momento en el cual Soria fue alcanzado, cayendo asesinado en el lugar.

_Mayor EA (Ejército Argentino) Horacio Fernández Cutiellos
Nacido el 27 de septiembre de 1951 en la provincia de Corrientes, ingresó al Colegio Militar de la Nación el 1º de marzo de 1968, y egresó como subteniente de infantería el 17 de diciembre de 1976. Cursó la Escuela Superior de Guerra de donde egresó como Oficial de Estado Mayor. Además tenía la especialidad de paracaidista militar. Al producirse la batalla revistaba en el Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada.
Ni bien se inicia el ataque al cuartel, el mayor Fernández Cutiellos, que había pernoctado en la plana mayor de la unidad, al tomar conocimiento de lo que estaba ocurriendo se apresta a enfrentar a los incursores y no tarda en trabar combate contra los terroristas que van apareciendo. Esta actitud llevada a cabo desde la jefatura de la unidad, impidió la toma de la compañía comando y del edificio de la plana mayor.
Siendo aproximadamente las 07:20 hs. logra comunicarse con el jefe del Regimiento, teniente coronel Jorge Luìs Zamudio e informándole que el ataque al cuartel está siendo llevado a cabo por elementos terrorìstas. Dicho jefe, desde su domicilio, se comunica telefónicamente con el CENOPE (CENtro de OPeraciones del Ejército del Estado Mayor General del Ejército) poniéndolos en conocimiento de la situación, y de inmediato se traslada a la zona de los combates. Conjuntamente con otros Oficiales y Suboficiales que regresaban de franco ingresan por los fondos del cuartel para intentar la recuperación. En horas de la tarde, aproximadamente a las 14:30, el teniente coronel Zamudio mientras intentaba reconocer a pie la entrada lateral del casino de suboficiales, ocupado por los terroristas, es herido gravemente por un disparo en la espalda.
Mientras estas acciones se llevaban a cabo el mayor Fernández Cutiellos efectúa desplazamientos para poder continuar el fuego hacia la guardia de prevención, en poder de los terroristas. Encontrándose en la entrada principal de la jefatura, que da a la plaza de armas, fue alcanzado por un disparo en la espalda, cayendo hacia adelante, donde fue ultimado por un disparo de Itaka en el rostro. Hasta el momento de su muerte, evitò que los terroristas accedieran al edificio de la jefatura, donde se encontraba el centro de las comunicaciones alámbricas y radiales.

_Teniente EA Ricardo Alberto Rolòn
Nacido el 11 de diciembre de 1963 en la ciudad de Buenos Aires, Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 16 de febrero de 1982, y egresó como subteniente de infantería el 13 de diciembre de 1985. Ya como teniente realizó el curso de comandos obteniendo dicha especialidad.
Su último destino fue la Compañía de Comandos 601 con asiento en Campo de Mayo.
Durante la noche del 23 al 24 de enero, aprovechando la oscuridad, el teniente Rolón conjuntamente con personal de su compañía, y utilizando un vehículo blindado TAM-VCTP logran acercarse al casino de suboficiales, último reducto de los terroristas que aún combatían, logrando acceder al primer piso del mismo, pero al tratar de penetrar en el dispositivo de los subversivos es descubierto y alcanzado de lleno por un nutrido fuego de armas portátiles. Estando gravemente herido y aùn a tiro del enemigo, es rescatado por sus compañeros y evacuado en helicòptero al Hospital Militar Central, donde fallece.

_Sargento ayudante EA Ricardo Raùl Esquivel
Oriundo de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, su último destino fue el Colegio Militar de la Nación.
Movilizado hacia La Tablada para la recuperaciòn del Regimiento 3, el sargento ayudante Esquivel participaba en el intento de recuperar una compañía en poder extremìsta, momento en que una ambulancia que transportaba dos heridos se veìa imposibilitada de cruzar la zona en la cual se estaba combatiendo, Esquivel subiò al vehìculo y se hizo cargo de dicho traslado al puesto de socorro, pero en ese trayecto recibe un disparo que le ocasiona la muerte.

_Sargento EA Ramòn Waldimiro Orué
Nació en la provincia de Formosa. Tenía la especialidad de Comando y al producirse el hecho en La Tablada revistaba en la Compañía de Comandos 601 con asiento en Campo de Mayo, siendo movilizado para la recuperación de las instalaciones del Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada.
El sargento Orué formaba parte del cerco instalado en la noche del 23 al 24 de enero, alrededor del casino de suboficiales donde aún permanecía un importante grupo de terroristas aùn bien municionados resistindo el ataque de las tropas de Ejército. En determinado momento dos extremìstas tratan de huir del lugar, pero Orué advierte la maniobra, los intercepta y se produce un intercambio de disparos. Los dos delincuentes terroristas son abatidos y el sargento Orué es herido de gravedad; sus compañeros lo evacùan del lugar, y luego se lo traslada en helicòptero al Hospital Militar Central. Luego de varios días de sufrimiento, y a pesar del gran esfuerzo por salvarle la vida, falleció el 2 de febrero de 1989.

_Cabo 1° EA José Gustavo Albornoz
Joven suboficial de tan sòlo 24 anos de edad, habìa nacido en Capital Federal. A su egreso de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral como cabo de Infantería, fue destinado al 8° Regimiento de Infanterìa Mecanizada con asiento en Comodoro Rivadavia, donde revistò durante tres años. Posteriormente fue destinado al Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada de La Tablada, lugar donde perdiò la vida combatiendo contra el grupo terrorista MTP que tomò por asalto la unidad, cuando al iniciarse el ataque, y estando ya la guardia de prevención en poder terrorista, con la finalidad de rescatarla el cabo 1° Albornoz, con personal de la guardia que tenía como misión resguardar el polvorín de la unidad, se adelanta a su fracción, siendo sorprendido por el fuego extremìsta que le produce la muerte.
Ante esta situación los soldados se repliegan hacia las caballerizas y parque automotor, oportunidad en que también es alcanzado por el fuego enemigo el soldado Grillo, produciéndole la muerte.

_Soldado conscripto clase 69 EA Héctor Cardozo
Revistaba en el Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada, mientras permanecía como rehén en el casino de suboficiales tomado por los terrorìstas, el fuego de artillería propia produjo el derrumbe de una pared del mismo que lo aplastó produciéndole la muerte.
En tal circunstancia el soldado Cardozo estaba socorriendo a otro soldado que se encontraba herido y que no podía desplazarse, dada la confusión reinante entre los terroristas como consecuencia del intenso fuego que estaban recibiendo.
Posteriormente el cuerpo del soldado Cardozo fue utilizado como escudo por los subversivos que aún permanecían en el casino.

_Soldado conscripto clase 69 EA Martìn Dìaz
Pertenecía al Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada de La Tablada desempeñándose como centinela apostado cuando se iniciò a incursiòn del MTP; defendió su puesto y se enfrentò contra los extremìstas hasta ser abatido con un disparo en el pecho.

_Soldado conscripto clase 69 EA Roberto Tadeo Taddia
Revistaba en el Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada, y al producirse el ingreso de los atacantes por la guardia de prevención mediante el empleo de varios vehículos, el soldado Taddía se encontraba barriendo las inmediaciones de dicha dependencia, momento en que fue asesinado.

_Soldado conscripto clase 69 EA Julio D. Grillo
Revistaba en el Regimiento 3 de Infanterìa Mecanizada y formaba parte de una patrulla que trataba de evitar que el parque de automotores donde estaban los vehículos blindados cayese en poder de los atacantes; recibió un impacto de bala efectuado por los terrorìstas que le causaron la muerte.
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Aniversario del cobarde ataque guerrillero del MTP al Regimiento de La Tablada

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miércoles, 22 de enero de 2020

25 de Mayo de 1973, asumen delincuentes que liberan delincuentes

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Zulma Eva Mercado
19 de enero a las 12:41
*ESTO PASÓ UN 25 DE MAYO* de 1973 (Muy interesante)

Para evitar el olvido y divulgar la verdad a quienes no lo saben, especialmente a las jóvenes generaciones, inocentes protagonistas de ese olvido.

- Nuestra memoria colectiva es tan escasa que parece que nadie recuerda lo sucedido aquel *25 de Mayo de 1973.*
Pasaron 47 años.

- Se puede catalogar como uno de los días más trágicos de nuestra historia y casi le adjudicaría a ese momento la génesis del drama que comenzaríamos a vivir luego, tras asumir la Presidencia de la Nación el dentista de San Andrés de Giles y ex-mucamo de Perón, el Dr. Héctor "Tío" Cámpora.

- Ese día, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, el presidente de-facto General Alejandro Agustín Lanusse traspasaba la banda presidencial a Cámpora bajo los aplausos que bajaban desde los palcos y balcones, poblados por figuras como la actriz *Soledad Silveira*, el *cura Mujica*, el periodista *Osvaldo Papaleo* y su esposa *Irma Roy*, el "Brujo" *José López Rega*, *Raul Lastiri* y su esposa *Norma López Rega*, el cineasta *Juan Carlos Gené* (luego Director de Canal 7), *Jorge Taiana*, *José Ber Gelbard*, el Secretario del Movimiento Justicialista *Juan Manuel Abal Medina* y los terroristas *Dardo Cabo, Galimberti, Fernando Vaca Narvaja*, entre otros.

- La entrega de la banda presidencial por parte del Gral. Lanusse al "Tío Cámpora" no
fue acompañada por el Himno Nacional, sino por la marcha "Los Muchachos Peronistas".

- Concluido el acto, el *Dr. Esteban "Bebe" RIGHI*, chaqueño, de 34 años en ese momento, especialista en Derecho Penal y flamante Ministro del Interior, un joven lleno de *"ideales"* muy amigo de un hijo de Cámpora, se trasladó al Departamento de Policía y, entre otras barbaridades cometidas,
ordenó desarmar a todo el cuerpo de la Policía Federal.

- Mientras Cámpora se saludaba y fotografiaba con el *presidente cubano Osvaldo Dorticós* y con el chileno *Salvador Allende*, RIGHI ordenaba al Servicio Penitenciario Federal *abrir las puertas del penal de Villa Devoto* para poner en *libertad a la totalidad de su población carcelaria*

- *Juan Manuel Abal Medina* (hermano de Fernando, *asesino de Aramburu* y amante
de *Nilda Garré*), partió con sus acólitos desde la sede del Partido Justicialista en Boedo
127, que se trasladaron al penal de Villa Devoto para efectivizar la "orden presidencial".

- Ese día salieron criminales de toda laya y color, asesinos y hasta reconocidos narcos internacionales como Francois CHIAPPE.

- A los pocos minutos, se incendiaron cientos de autos y colectivos alrededor de
Plaza de Mayo y los muros de la Casa de Gobierno fueron pintados con la leyenda
"Casa Montonera" por los "compañeros combatientes".
ESTAMOS HABLANDO DEL *AÑO 1973*, AÚN NO ESTABAN NI VIDELA NI MASSERA.
Quemaron el auto del Cardenal Caggiano.

- 38 años después (en 2011, pleno gobierno K) de aquella "La Noche Negra del 25", una camarada de ruta de aquel grupo de terroristas, la impresentable "Todo-terreno", desagradable y perversa guerrillera (R.E.) *Nilda "Comandante Teresa" Garré*, hace lo mismo: destruye las FF.AA, vaciándolas, destinando parte de su presupuesto a la Cámpora, descabeza a la Federal y la desarma, mientras que *Esteban Righi*, hoy
aburguesado millonario, obediente sirviente, fue nada menos que.. el Fiscal General de la Nación Argentina!!

- Solo 38 años para repetir aquella torpe y maldita decisión que tanto daño nos produjo.

La memoria de los argentinos.. Dónde está...?

*Divulguemos la verdadera historia* y *NO* la *fábula* de los *jóvenes idealistas* (eufemismo de *asesinos*), que les quieren hacer creer a quienes no vivieron esa terrible época...!!!
* * *
Este es el mejor momento para difundirlo, para que se enteren los golpistas, Moyano y otros que hay memoria y no queremos más populismo, falso, corrupto y ladrón.

Libertad va sin K
@LibertadvasinK