CELTYV quiere que conozcas la triste historia de una víctima de Montoneros, una adolescente que nunca le había hecho mal a nadie: Laura Ferrari tenía 18 años. Como cualquiera de nosotros, estudiaba en la Universidad.
Un 8 de septiembre de 1975 estaba esperando la salida de unos compañeros y la nota de un examen, en un auto estacionado frente a la Facultad de Ciencias Económicas cuando todos sus sueños y planes fueron destruidos por la explosión del coche bomba estacionado adelante.
La carga explosiva de Montoneros diseminó tuercas, bolas de acero y trozos de metal en un radio de más de 50 mts., impactando de lleno sobre Laura, sus amigos y otros transeúntes. Laura murió en el hospital después de 4 horas de agonía cuando trataban de salvarla.
Ernesto Campos, empleado de la casa de estudios, falleció el 18 de septiembre a raíz de las heridas recibidas ese día. El padre de Laura no resistió el dolor, y años después enfermó y falleció.
Su madre, nuestra querida Lorenza, quedó sola a cargo del hermano de Laura, Abel, quien sufrió una discapacidad toda su vida… lo que no le impidió comprender lo que le había pasado a su hermana “Todavía recuerdo el grito que dio en el entierro. Siempre besa las fotos de su hermana y el anillo que llevo puesto con su imagen”, relató Lorenza Ferrari.
Cuando sus papás le advertían a Laura que tuviese cuidado, ella les respondía que “No puede haber gente tan mala que le haga daño a los inocentes…”
CELTYV reabrió la causa legal por el asesinato de Laura, pero seguimos a la espera de que el Poder Judicial se pronuncie al respecto e investigue quienes son los responsables.
Esa es justamente la esencia del terrorismo. Hacerles daño a los inocentes. Hoy acompañamos a Renza en el recuerdo de Laura, reafirmando día a día nuestra lucha por la Verdad, la Justicia y la Reparación, y les pedimos también oraciones por el eterno reposo de Abel.
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