Nuestra Señora de Malvinas

martes, 23 de noviembre de 2021

La Vuelta de Obligado, modelo de amor y defensa de la Patria

 



         En el Combate de la Vuelta de Obligado, llevado a cabo el 20 de Noviembre de 1845[1], quedaron de manifiesto dos cosas: por un lado, el insolente atrevimiento de las potencias europeas de ese entonces, Inglaterra y Francia, quienes ignorando por completo la soberanía de la Nación Argentina agredieron y atacaron injustamente a nuestra Patria, con el deliberado intento de no sólo robar los recursos y riquezas de Argentina, sino también de humillarla y vencerla; por otro lado, quedó de manifiesto que el amor a la Patria, demostrado por los Héroes de Obligado, surge espontáneo en las almas nobles y virtuosas, que por causa de este amor patrio, están dispuestas a arriesgar sus vidas y a perderlas, si fuera el caso.

         La prepotencia, la agresividad, el robo descarado y a mano armada por parte de la potencia europea anglo-francesa, no eran una novedad, puesto que desde hace ya siglos, dichos países se caracterizaron por hacer la guerra a España para quedarse con su imperio, pero también por agredir, vencer y humillar a numerosos pueblos y naciones, de diferentes continentes. No fue distinto en la Vuelta de Obligado: acostumbrados a hacer lo que mejor saben hacer, ingleses y franceses, la labor de piratería, se atrevieron a incursionar en nuestras tierras patrias para cometer sus felonías y sus atropellos, sin siquiera importarles la dignidad majestuosa de la Patria Argentina. Lo que no se esperaban estos piratas, era algo de lo que ellos carecían, porque un alma innoble no puede tener sentimiento virtuoso alguno, es la magnitud del amor a la Patria que latía en los corazones de los bravos Héroes de Obligado. La escasez de armas de combate y defensa de los Valientes de Obligado, que eran superados en número de combatientes y en cantidad y calidad de armamentos por parte de los piratas anglo-franceses, fue compensada sobradamente por el amor a la Patria que ardía en el corazón de estos valientes argentinos que, bajo el mando del General Don Juan Manuel de Rosas, enfrentaron con intrépido coraje la salvaje agresión anglo-francesa. Hay un elemento que hace todavía más grandiosa la Gesta de Obligado y es el hecho de que el amor a la Patria se deriva, por participación, de otro amor más grande, el amor a Dios y se continúa, en sentido descendente, también con otro amor, que es el amor a la familia. Entonces, quien ama a su Patria, como los Héroes de Obligado, la ama porque antes ama a Dios y porque en el amor a la Patria está contenido el amor a la familia, que es la célula de vida y amor de la Patria y por defender este triple amor, podemos decir, es que el alma noble decide enfrentar a los enemigos de Dios, de la Patria y de la Familia con la disposición interior de dejar la vida en el intento de reparar el daño causado por el enemigo y de lavar la deshonra de la injusta agresión. En nuestros días, nuestra amada Patria Argentina se encuentra literalmente cercada por innumerables enemigos, que además del poder de las armas de fuego, cuenta con el poder de las ideologías –comunista, marxista, de género, etc.- que se difunden de modo capilar por el entretejido social de la Patria, a través de los medios de in-comunicación, poniendo a la Patria, en nuestros días, en un peligro inmensamente mayor que el de los tiempos de la Gesta de Obligado. Una vez más, la Patria Argentina nos llama en su defensa a nosotros, sus hijos y nosotros, sus hijos, no podemos, de ninguna manera, no responder a este llamado. Armados con el Rosario y el Crucifijo y auxiliados con la luz del Espíritu Santo y la protección del Ángel Custodio de Argentina, es hora de salir al encuentro del enemigo globalista y luciferino que desea apropiarse del Alma de la Patria Argentina. Y eso no lo podemos permitir, según nos enseñan nuestros valientes ancestros, los Héroes de Obligado.

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