ARGENTINA EN GUERRA. 1959-1990 GUERRA ANTISUBVERSIVA: EL 3 DE DICIEMBRE DE 1975 UN COMANDO EXTREMISTAS CASTROGUEVARISTA DE MONTONEROS EMBOSCAN Y ASESINAN AL GENERAL DE DIVISIÓN CÁCERES MONIÉ Y SECUESTRAN Y ASESINAN A SU SEÑORA ESPOSA BEATRIZ ISABEL SASIAÍÑ
La mafiosa organización extremista comunista castroguevarista Montoneros tenía conocimientos que el General de División del Ejército Argentino Jorge Esteban Cáceres Monié, retirado del servicio activo en el año 1972, y quien junto a Señora esposa Beatriz Isabel Sasiaíñ (con quien tenía un hijo) residían en un chalet de la localidad de Villa Urquiza, pertebeciente a Distrito Tala del departamento Paraná en la provincia de Entre Ríos y distante a unos 20 kilómetros al Norte de la ciudad de Paraná, capital de esa provincia, solía concurrir a diario a un bar de la localidad de Villa Urquiza o visitaba a familias amigas residentes allí, por lo que se comenzaron a discutir tres alternativas para asesinarlo, barajándose las opciones de atacar su domicilio con un grupo comando de aproximadamente 20 extremistas, copar la localidad de Villa Urquiza o atacarlo aprovechando su habitual visita a la ciudad, según consta en documentación secuestrada tiempo después a la terrorista organización Montoneros por parte la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Se decidió la última opción porque al considerarla la menos riesgosa habida cuenta la vulnerabilidad del alto oficial militar durante el desolado trayecto por donde circulaba, lo que a su vez requería el empleo de menos atacantes, de modo tal de requerir la menor logística y despliegue posible, y de ese modo ser más discretos. Para ejecutar la operación se seleccionaron 5 combatientes que en los documentos secuestrados por la Policía Bonaerense son identificados como Tucho (jefe del grupo), Paco, Julia, Rogelio y Virgilio, armados con 1 pistolas Browning HP-35 con 14 cartuchos de 9×19 mm y otra de igual calibre sin especificar marca o modelo, para lo cual se trasladarían a Villa Urquiza en un automóvil Ford Falcon. Tucho y Julia pasearían desarmados por el pueblo y cuando llegara el militar regresarían hasta el embarcadero donde Paco y Virgilio, que simularían estar pescando, custodiaban el automóvil y las armas listos para el ataque, lo cual garantizaba que si los extremistas que servían de "campana" eran detenidos por resultar sospechosos al merodeando las calles de una pequeña ciudad, no se les encontraste con ellos ningún elemento que permitiese identificarlos como delincuentes terroristas. A continuación buscarían a Cáceres Monié y luego de matarlo cortarían los cables del único teléfono instalado en el pueblo. Por su parte Rogelio estaría en el muelle del lado del Paraná, con otro automóvil de apoyo y en previsión de que el Ford Falcon tuviera algún desperfecto. De este modo quedó planificado el ataque, al que denominaron "Operativo Cacerola".
Sin embargo, el día y momento planificado para cometer el crimen, el 3 de diciembre de 1975 y estando la balsa hacia Villa Urquiza cerca de las 19.00 horas y cuando se aproximaban a la otra orilla (ese tramo tiene cerca de setenta metros de ancho) observaron que se aproximaba al embarcadero desde aquella localidad la camioneta del General Cáceres Monié. Debido a ello decidieron cambiar los planes, y realizaron el ataque en ese mismo lugar, maniobrando la balsa retornando hacia Paraná.
El miércoles 3 de diciembre de 1975 Cáceres Monié conducía su camioneta, trasladándose junto con su esposa desde Villa Urquiza hacia la ciudad de Paraná, para lo cual debía atravesar el arroyo Las Conchas. Cuando ambos estaban sentados en la cabina del vehículo ya ubicado sobre la balsa en la que se cruzaba el arroyo y ésta había comenzado a moverse, los extremistas embistieron la camioneta con el Ford Falcon, dejándola parcialmente fuera de la balsa. En ese momento del Falcon bajaron cinco personas armadas que los atacaron con armas de grueso calibre, momento en el balsero Américo Benavídez aprovechó para arrojarse al arroyo y salvar su propia vida evitando el reguero de balas.
Casi treinta fueron los disparos que se hicieron; un total de dieciséis impactaron el cuerpo de Cáceres Monié. El cuerpo de Cáceres Monié, vestido con ropa militar de fajina, fue sacado de la camioneta y rematado con saña en el piso por un hombre y una mujer que integraban el grupo con un revólver calibre .38. Respecto a los impactos recibidos por el General de División, “La mayoría de ellos impactaron en el hemitórax, la parte delantera izquierda y en la cabeza”, se podía leer en el informe forense del médico del Hospital San Martín.
El cuerpo sin vida del General de División Cáceres Monié quedó en un costado de la balsa, mientras que los ejecutores, primero se desplazaron hasta la otra orilla y arrojaron el automóvil Ford Falcon al agua para bloquear el desplazamiento de la balsa, y a continuación se fugaron en la camioneta del General y el otro auto de apoyo, llevándose a la esposa del General que estaba herida de gravedad. Su cadáver apareció al día siguiente, a unos 15 kms. del lugar del crimen y dentro de una zanja de un metro de profundidad donde había sido arrojada para que nadie pueda hallarla y de ese modo, entre estertores, muera desangrada, mientras los extremistas seguían su camino hacia Paraná. Allí, por casualidad, fue hallada ya sin vida, posiblemente desangrada, por un lugareño que se desplazaba por el lugar.
Jorge Esteban Cánceres Monié nació el 14 de abril de 1917 en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, Argentina. Ingresó al Colegio Militar de la Nación en el año 1928, a la tan temprana edad de 12 años, ya que esa era la edad mínima para hacerlo por aquellas fechas, aunque lo usual era 16 o 17 años de edad, egresando como subteniente del arma de caballería. En 1952 integró el equipo argentino que compitió en las Olimpíadas de Helsinski en la especialidad de pentatlón moderno que logró el octavo puesto con 355 puntos, en la prueba masculina por equipos. Poseía el título de oficial de Estado Mayor. Se lo recuerda por haber sido Cáceres Monié el inseparable interlocutor de los astronautas conquistadores de la Luna, Neil Armstrong y Michael Collins durante su visita a la Argentina, cuando conocieron al "El Loco" Zuloaga (ver enlace adjunto). Entre 1970 y 1971 ―durante el gobierno del general Lanusse― fue Jefe de la Policía Federal Argentina. El 22 de marzo de 1971 el presidente Roberto Marcelo Levingston, advirtiendo que carecía de apoyo para permanecer en el cargo, dispuso el retiro del servicio activo del general Alejandro Agustín Lanusse, que era el presidente de la Junta Militar y su reemplazo en forma interina en el Comando en Jefe del Ejército por el general Cáceres Monié, que en ese momento era el segundo más antiguo general de brigada y jefe de la Policía Federal, de quien supuso, erróneamente, que lo apoyaría. El general de división Alcides López Aufranc y otros comandantes anunciaron que no aceptaban el relevo de Lanusse y Cáceres Monié ―luego de saber que ni el almirante Pedro Gnavi ni el brigadier general Carlos Alberto Rey habían firmado decreto alguno relevando a Lanusse― anunció que había asumido el cargo solo para reponer en su cargo a su antecesor, en clara desautorización al presidente. A medianoche el Ejército resolvió la destitución de Levingston y un poco antes de las tres de la mañana éste presentó su renuncia.
En abril de 1971, cuando era jefe de la Policía Federal, Cáceres Monié participó en un operativo proporcionando un pasaporte falso al coronel Francisco Cornicelli para que viajara en secreto a Madrid (España) para entrevistarse como enviado de Lanusse con el expresidente Juan Domingo Perón, que se encontraba exiliado desde 1955.
El último destino activo en el Ejército Argentino de Cáceres Monié fue como comandante del II Cuerpo de Ejército y en septiembre de 1972 pasó a retiro voluntario. Su hermano José Rafael Cáceres Monié ejerció cargos públicos durante las presidencias de Frondizi, Onganía, Levingston y Lanusse. Cáceres Monié fue ascendido postumamente al grado superior de Teniente General.
El brutal asesinato del matrimonio causó gran revuelo en las autoridades políticas y militares argentinas, y fue condenado por todos los sectores públicos que HOY SE HACEN LOS DESENTENDIDOS, y victimizan a los agresores terroristas. Sin embargo, en aquellas fechas políticos de todos los lineamientos y sindicalistas apoyaban a las Fuerzas Armadas y condenaban el accionar terrorista. Por ello, las repercursiones que generó este crimen no tardaron en manifestarse. Así, el 4 de diciembre de 1975, el diario Clarín publicó la noticia en primera plana.
El 5 de diciembre, el mismo diario se refirió a un comunicado conjunto del Comando Superior y el Consejo Nacional del Partido Justicialista ―firmado, entre otros, por la Presidente de la Nación Argentina, Doña María Estela Martínez de Perón―, en el cual rendían un homenaje al Ejército y sus muertos, y condenaban el hecho. Entre otros conceptos el comunicado decía que: ”……. EL COBARDE ASESINATO CONSTITUYE UN NUEVO ACTO DE SALVAJISMO PERPETRADO POR FUERZAS APÁTRIDAS E INTEGRADAS POR COBARDES MERCENARIOS QUE ATENTAN CONTRA LA PATRIA Y SU PUEBLO.....” y finalmente rendía un homenaje al Ejército y sus muertos.
El 6 de diciembre, el diario La Prensa, que también había consignado el hecho en primera plana, hizo mención de una declaración conjunta de los partidos Unión Cívica Radical, Revolucionario Cristiano, Popular Cristiano, Línea Popular, COMUNISTA, SOCIALISTA POPULAR, Intransigente y SOCIALISTA DEMOCRÁTICO, en la que manifestaban su más enérgica protesta a esas acciones y en especial su condenación al hecho incalificable de la muerte del general Cáceres Monié y su esposa.
La organización Montoneros, en su órgano de difusión, la revista “Evita Montonera” N° 10 del 10 de diciembre de 1975 y bajo el título de “Crónica de la Resistencia”, publicó que el “3 de Diciembre. Un pelotón de combate de Montoneros ejecutó al general Cáceres Monié, ex jefe de policía de la dictadura militar de Lanusse, ex comandante del II Cuerpo de Ejército y torturador. Durante la acción también cayó muerta su esposa. La ejecución se realizó cuando el general Cáceres Monié intentaba cruzar el arroyo Las Conchas en una balsa........”
El 12 de diciembre el Senado rindió homenaje a los fallecidos en una sesión en la que hablaron legisladores de varios partidos políticos y posteriormente se puso su nombre a una escuela de la localidad de San Pedro, en la provincia de Jujuy.
Inmediatamente tomado conocimiento del hecho, las fuerzas de seguridad dispusieron bloqueos de rutas y patrullajes, realizando posteriores detenciones. Tantodos los jueces que podían entender en la causa se excusaron por lo cual se recurrió a un abogado designado al efecto, Julio Federik, quien años después recordaría "Me tocó producir la prueba de la defensa en la causa Cáceres Monié. Fueron los ocho meses más terribles de mi vida".
Años después los familiares de los asesinados pidieron que el crimen fuera declarado de lesa humanidad y se continuara su investigación, pero en clara violación al Protocolo de Roma, suscrito por Argentina, el pedido fue arbitrariamente denegado, ya que en Argentina sólo a los victimarios terroristas se les otorga ese derecho.
Respecto a los imputados por el crimen, el asesino que comandó el ataque, Edgar Tulio "Tucho" Valenzuela, jefe político y militar de la Columna Rosario de Montoneros, con grado de mayor, tras el golpe militar de 1976 se exilió hasta que regresó al país en diciembre de 1977. Detenido por el Ejército junto a su compañera y el hijo, nadie lo torturó ni fesapareció, y aceptó viajar a México para atentar contra Firmenich en enero de 1978, aunque una vez allá denunció públicamente al Proceso alegando falsamente que había sido obligado a ello, algo que no convenció siquiera a los mandos montlneros, que lo degradaron bajo los cargos de traición, delación e instigación, y lo regresaron a la Argentina en el marco de la Primera Contraofensiva, donde al verse cercado por fuerzas de seguridad se suicidó con una pastilla de cianuro, no obstante hoy figura "víctima" asesinado por el Estado argentino en el Parque de la desMemoria subversiva.
Myriam Ovando y Mabel Fontana fueron imputadas por el crimen, pero aún permanecen prófugas. María del Rosario Badano (a quien dieron por desaparecida, y jamás lo estuvo) fue detenida y sometida a juicio por la misma acusación, recobrando la libertad el 17 de octubre de 1983.
María Cristina Lucca, fue detenida el 11 de noviembre de 1976 mientras trabajaba en una empresa de Cipolletti (Río Negro), derivada a la cárcel de mujeres de Paraná el 3 de diciembre de 1976, compareció ante un Consejo de Guerra (por estar sometida a Teatro de Operaciones y el rigor de la Justicia Militar, según los constituicionales Decretos 261/75, 2770/75, 2771/75 y 2772/75 del constitucional gobierno elegido por el 62% de votos), resultando legalmente condenada a 18 años y medio por la muerte de Cáceres Monié. Sin embargo la sentencia fue apelada y la Corte Suprema de la Nación declaró su absolución, con el que obtuvo su libertad el 13 de junio de 1983.
En la práctica realidad, el crimen del General Cáceres Monié y su esposa aún está impune, desconociéndose el paradero de alguno de los imputados, que incluso mediante tan infames como inconstitucionales causas judiciales, se los da por desaparecidos sin existir evidencia fáctica de ello.
TENIENTE GENERAL JORGE ESTEBAN CÁCERES MONIÉ, SEÑORA BEATRIZ ISABEL SASIAIÑ, ¡SALUDO UNO!
El Comisario PBA Miguel Etchecolatz publicó en un libro lo que afirma es una copia textual de un documento de Montoneros relativo a la operación y secuestrado en allanamiento de la Policía Bonaerense.
Seguro que esta no te la contaron, ni en Argentina le van a dedicar un film. Los héroes nacionales y mundiales del país de Superman, Batman y no sabemos cuantos superhéroes de ficción más, sólo querían conocer a "El Loco"...: La historia del "Capitán Soulage", el Brigadier General (FAA) Ángel María Zuloaga, más conocido como "El Loco", el ídolo de los ídolos, los astronautas que pisaron la Luna:
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