Nuestra Señora de Malvinas

jueves, 24 de diciembre de 2020

Montoneros y el ERP mataron más que ETA y en menos tiempo

 Ceferino Reato

PARA LA NACION
(0)
22 de diciembre de 2020  • 00:00

Ni bronce ni oro; los muertos por los grupos guerrilleros en los 70 

no son recordados en ningún monumento público y sus nombres 

no aparecen en las listas de ningún organismo del Estado. Sus parientes 

no han recibido ninguna indemnización ni resarcimiento y cargan 

con el estigma de llorar a personas que cometieron el error de morir en el 

bando equivocado. Pero ¿cuántos son? El estudio privado más completo indica

 que Montoneros, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y una red de 

grupos guerrilleros menores mataron a 1094 personas en once años, entre 

1969 y 1979.

Para tener una dimensión, se puede recordar que la organización separatista 

vasca ETA mató a 864 personas, pero en cincuenta años, entre 1961 y 2011. 

En treinta y nueve años menos, Montoneros, el ERP y otros grupos menores 

liquidaron a 230 personas más. Como explico en mi último libro, Los 70, 

la década que siempre vuelve, son muertos que se han quedado sin derechos 

humanos en un país tan generoso en muchos otros casos. Nada que objetar a 

las indemnizaciones a las víctimas de la dictadura y a los nietos recuperados; 

por el contrario, es justo que el Estado los indemnice por los delitos de lesa 

humanidad cometidos en otros tiempos a través de un uso tan nefasto del 

aparato estatal.

.
. Crédito: Sebastián Dufour

Otra cosa son las distorsiones progresivas en el concepto original de víctimas 

del terrorismo de Estado. Que han estirado la lista de víctimas más allá de la 

dictadura; ahora parten de junio de 1955. También son justos los pagos a los 

llamados "presos políticos" -los detenidos en la dictadura- aunque no tanto 

que se extiendan a guerrilleros apresados y condenados antes del golpe de 

Estado, durante los gobiernos constitucionales del peronismo, por ataques, 

secuestros, atentados y muertes. Es muy difícil de justificar, en cambio, que, 

además, se hayan hecho acreedores todos ellos a una pensión mensual 

graciable, sin aportes, por un valor entre tres y cuatro veces superior al de la 

jubilación mínima. Al igual que las indemnizaciones a todos quienes se 

consideren exiliados, que resultaron asimilados a los "presos políticos" 

durante la dictadura por la Corte Suprema de Justicia incluso en el monto 

completo del beneficio. Y ya es absurdo que el oro público bendiga también a 

los hijos de los exiliados a través de sentencias judiciales que se clonan con el argumento de que la dictadura les impidió nacer en el país de sus padres. El 

caso, por ejemplo, de un sueco o un británico que apenas balbucea el 

castellano y nunca pensó en vivir en la Argentina: viene, cobra (según el dólar 

oficial) y vuelve a su país.

Los muertos de los grupos guerrilleros son invisibles para 

los gobiernos, el Congreso y el Poder Judicial. Debido a 

que murieron a manos de jóvenes que profesaban nobles ideales, no hay victimarios y, por lo tanto, tampoco 

víctimas. Son muertos menores, de segunda clase, según 

lo han entendido todos los gobiernos democráticos -de derecha, centro e izquierda- que se han sucedido desde el retorno a la democracia, en 1983, se presume con el 

respaldo de una porción predominante de la opinión 

pública

Por el contrario, los muertos de los grupos guerrilleros son invisibles para los 

gobiernos, el Congreso y el Poder Judicial. Debido a que murieron a manos de

 jóvenes que profesaban nobles ideales, no hay victimarios y, por lo tanto, 

tampoco víctimas. Son muertos menores, de segunda clase, según lo han 

entendido todos los gobiernos democráticos -de derecha, centro e izquierda- 

que se han sucedido desde el retorno a la democracia, en 1983, se presume 

con el respaldo de una porción predominante de la opinión pública. Una 

muestra más de la supremacía moral que se otorga a las guerrillas y a sus 

simpatizantes, que los blinda de tal manera que nadie parece en grado de 

preguntarles libremente por qué los mataron. Y si alguien les pregunta o les 

reclama, se arriesga a que inmediatamente lo vinculen con la derecha o que lo 

acusen de estar a favor de la teoría de los dos demonios.

Por las dudas, aclaro rápidamente: no creo en la teoría de los dos demonios; 

como dice el papa Francisco en Fratelli tutti, su última encíclica, "la violencia 

ejercida desde las estructuras y el poder del Estado no está en el mismo nivel 

que la violencia de los grupos particulares". Pero agrega: "De todos modos, no

 se puede pretender que solo se recuerden los sufrimientos injustos de una 

sola de las partes".

A pesar de la proliferación en el Estado de un Ministerio de Justicia y 

Derechos Humanos de la Nación, una Secretaría de Derechos Humanos y 

numerosas subsecretarías y direcciones nacionales y a secas vinculados a esa 

temática, no existe ninguna nómina oficial sobre los muertos de las guerrillas. 

A nadie se le ocurrió, o nadie quiso ni pudo hacerlo. Mientras esperamos esa 

lista del Estado, contamos con algunos pocos registros privados. El más 

completo fue realizado por el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo 

y sus Víctimas (Celtyv) -su presidenta es Victoria Villarruel, también escritora-, que durante más de tres años analizó información publicada por cuatro 

diarios nacionales y diversos libros, así como revistas de los grupos 

guerrilleros.

El período analizado fue acotado a once años -del 1° de enero de 1969 al 31 de 

diciembre de 1979- porque sus autores consideraron que fue "la etapa más 

cruenta de los ataques terroristas y en la que presumiblemente se podía 

identificar con mayor facilidad a las organizaciones responsables de los 

crímenes". De esa manera, la investigación dejó afuera a las víctimas 

anteriores, que comenzaron el 12 de marzo de 1960 con una bomba que 

explotó en La Lucila en la casa del mayor David René Cabrera. El primer 

muerto de la guerrilla fue una nena de 3 años, María Guillermina Cabrera 

Rojo, que estaba durmiendo junto a sus padres y tres de sus hermanitos.

El informe se refiere solo a la "población civil", a las personas que, según los 

Convenios de Ginebra, "no participan directamente en las hostilidades". No 

incluye a los militares y policías que cayeron en tiroteos o en ataques a 

cuarteles y comisarías. Por ejemplo, no cuentan los muertos en la defensa del 

cuartel de Formosa, en 1975. Sumergido en tanta afonía pública sobre esta 

cuestión, uno podría pensar que, con semejantes recortes metodológicos, los 

muertos debieron haber sido más bien escasos.

Salvo algunos pocos casos más o menos conocidos. Error: aun así, el número 

de víctimas de la "población civil" resulta apabullante: 1094 muertos, 

2368 heridos y 758 secuestrados. En total, las víctimas por delitos cometidos 

por los grupos guerrilleros en aquellos once años fueron 17.382, de amenazas 

y extorsiones a robos y daños colaterales. Los datos más sustantivos son los 

siguientes:

*29 niños murieron, 79 resultaron heridos y 34 fueron secuestrados; total: 142.

*4380 atentados con bombas: 1600 contra personas físicas y 2780 contra personas jurídicas.

*145 empresarios víctimas: 12 muertos, 5 heridos y 128 secuestrados. 

Nombres conocidos, como los hermanos Jorge y Juan Born, Gregorio 

Manoukian, Enrique Pescarmona, Oberdan Salustro, Carlos Pulenta, 

Raúl Minetti y Víctor Samuelson, y tantos dueños de pequeñas y medianas 

empresas.

*1756 militares y policías víctimas, sin contar a quienes murieron o fueron 

heridos en combate: 653 muertos, 1069 heridos y 34 secuestrados. Los de 

mayor graduación entre los muertos: Aramburu y los generales Juan Carlos 

Sánchez y Cesáreo Cardozo.

*215 sindicalistas con algún tipo de agresión grave. Uno de los grupos más 

atacados por los guerrilleros.

*50 muertos en Tucumán, donde en marzo de 1974 el ERP instaló un frente 

rural: 31 militares y policías, y 19 civiles. Sin contar, claro, a los muertos en enfrentamientos.

Muchas víctimas para que sigan tan ocultas.

(https://www.lanacion.com.ar/opinion/montoneros-erp-mataron-mas-eta-menos-tiempo-nid2547514?fbclid=IwAR2OSmfCQBxc3CIKhm36pcAMHilV4QEa5I5nL7maXLsHnCcZm0L0O5xJqv0)

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