
Según enseña la Historia, en el proceso de creación de una
bandera nacional, los respectivos creadores de las mismas se inspiraron en
diversos elementos, ya sea históricos, geográficos, simbólicos e incluso
elementos tomados del mundo animal. Por ejemplo, algunos se inspiraron en las
cualidades de animales, como la velocidad, la intrepidez, la astucia, para
luego trasladarlos y convertirlos en símbolos de la nación; otros se inspiraron
en hechos históricos, que quedaron plasmados en las banderas; otros se
inspiraron en elementos cosmológicos, como el cielo, y así podríamos seguir con
innumerables ejemplos más. Todas estas banderas tienen como características el
haber sido inspirados en elementos tomados del mundo que nos rodea, por lo que
sus respectivos orígenes son humanos y terrenos. En el caso de la Bandera
Argentina, podemos decir que su origen no fue humano, sino celestial. Esta afirmación
se verifica por el hecho concreto que inspiró la creación de la Bandera
Argentina: el General Belgrano, creador de Bandera Argentina, era muy devoto de
la Inmaculada Concepción y, como tal, al crear la Bandera Nacional, quiso
homenajear a la Virgen y para ello tomó los colores del manto, celeste y
blanco, de la Virgen de Luján. Esto es un hecho histórico y por esta razón, la
Bandera Argentina lleva los colores del manto de la Inmaculada Concepción de
Luján y no es, como enseña la historiografía liberal, que sus colores hayan
sido tomado del cielo cosmológico. Este hecho, el que Belgrano haya pretendido
homenajear a la Virgen al darle a la Bandera Argentina los colores de su manto,
es un hecho que no surge de la naturaleza humana, es decir, no fue un mero acto
de la razón y de la voluntad del General Belgrano, sino que fue un hecho
sobrenatural, porque fue un acto de devoción mariana y todo acto de devoción
mariana es una gracia y toda gracia proviene de lo más profundo del Sagrado
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza en el Calvario. Entonces, a
diferencia de otros países, que se inspiraron en hechos históricos, de la
naturaleza y tuvieron un origen meramente humano, en el caso de la Bandera
Argentina, su origen fue celestial, porque fue un acto de devoción mariana y
como tal, vino al General Belgrano en forma de pensamiento y deseo, de manos de
la Mediadora de todas las gracias, la Virgen Santísima. Por esto podemos decir,
con santo orgullo, que nuestra Bandera Nacional Argentina es el Manto celeste y
blanco de la Inmaculada Concepción de Luján. Por eso, al besar a la Bandera,
estamos besando el Manto de la Virgen y al besar el Manto de la Virgen, estamos
besando a nuestra Bandera Nacional.
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