El 3 de Enero de 1833 se llevaba a cabo el más ignominioso acto cometido contra nuestra Patria por manos del imperio británico: la usurpación y la ocupación violenta e ilegítima de un territorio Patrio, las Islas Malvinas. La ignominia fue borrada durante los setenta y cuatro días en que flameó la Bandera Nacional en Puerto Argentino, gracias a la gloriosa Gesta de Malvinas y a las vidas de los Héroes de la Nación que regaron con su sangre el tan amado suelo malvinense. Nunca nos rendimos, jamás nos rendiremos, seguimos en la lucha por la recuperación de la Soberanía Nacional sobre las Islas Malvinas. No puede un argentino de bien descansar tranquilo, mientras las botas de los infames usurpadores ingleses continúen hollando el sagrado suelo patrio. Dios se lleve a los usurpadores ingleses y que la Virgen de Luján, de cuyo manto obtuvimos nuestra Bandera Nacional, haga flamear nuestro Pabellón en las Islas Malvinas para siempre.
¡Las Islas Malvinas fueron, son y serán argentinas!
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