Un sueño sangriento
050921 04.19 a. m.
(Autor anónimo)
Soñé que de pronto me veía en medio de una multitud de
personas, hombres, mujeres y niños, todos vestidos con ropas harapientas pero
sobre todo, cubiertas de sangre, de mucha, de mucha sangre, que salía de
heridas que estaban en nuestros cuerpos. El piso, las paredes, las puertas,
también estaba todo manchado de sangre. Éramos una multitud. La escena estaba
iluminada por reflectores potentes blancos, de estilo militar, porque era de
noche. Todos corríamos en la misma dirección, huyendo de quienes venían a
matarnos. La mayoría de los que corrían eran palestinos, que huían de los
sionistas, aunque también había afganos. Todos corríamos desesperados, con
pánico, pero los que venían a matarnos ya estaban a nuestras espaldas.
Corríamos por una especie de casona enorme, buscando la salida, aunque sabíamos
que no había salida. Había sangre por todas partes, terror en todos, aunque no
había gritos ni desesperación. Todos llevábamos las ropas cubiertas de sangre y
el cuerpo cubierto de heridas pero si en el camino encontrábamos una ropa más
manchada de sangre que la que llevábamos puesta, elegíamos ponernos esa ropa,
cambiándola por la que llevábamos puesta, porque nuestros asesinos querían
vernos manchados de sangre, cuanto más, mejor. Corríamos todos ensangrentados,
en una misma dirección, con nuestros asesinos a las espaldas, sabiendo que no
había escapatoria. No solo las ropas, sino el piso, las paredes, las puertas de
la casona estaban manchadas de sangre, como si hubiera habido matanzas previas
a la nuestra, que estaba a punto de acontecer. Corríamos en busca de una
salida, pero no había salida y nuestros asesinos sionistas ya estaban a nuestras
espaldas, a metros de donde estábamos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario