Nuestra Señora de Malvinas

domingo, 20 de abril de 2025

Un sueño sangriento 050921 04.19 a. m.

 

Un sueño sangriento 050921 04.19 a. m.

         (Autor anónimo)

         Soñé que de pronto me veía en medio de una multitud de personas, hombres, mujeres y niños, todos vestidos con ropas harapientas pero sobre todo, cubiertas de sangre, de mucha, de mucha sangre, que salía de heridas que estaban en nuestros cuerpos. El piso, las paredes, las puertas, también estaba todo manchado de sangre. Éramos una multitud. La escena estaba iluminada por reflectores potentes blancos, de estilo militar, porque era de noche. Todos corríamos en la misma dirección, huyendo de quienes venían a matarnos. La mayoría de los que corrían eran palestinos, que huían de los sionistas, aunque también había afganos. Todos corríamos desesperados, con pánico, pero los que venían a matarnos ya estaban a nuestras espaldas. Corríamos por una especie de casona enorme, buscando la salida, aunque sabíamos que no había salida. Había sangre por todas partes, terror en todos, aunque no había gritos ni desesperación. Todos llevábamos las ropas cubiertas de sangre y el cuerpo cubierto de heridas pero si en el camino encontrábamos una ropa más manchada de sangre que la que llevábamos puesta, elegíamos ponernos esa ropa, cambiándola por la que llevábamos puesta, porque nuestros asesinos querían vernos manchados de sangre, cuanto más, mejor. Corríamos todos ensangrentados, en una misma dirección, con nuestros asesinos a las espaldas, sabiendo que no había escapatoria. No solo las ropas, sino el piso, las paredes, las puertas de la casona estaban manchadas de sangre, como si hubiera habido matanzas previas a la nuestra, que estaba a punto de acontecer. Corríamos en busca de una salida, pero no había salida y nuestros asesinos sionistas ya estaban a nuestras espaldas, a metros de donde estábamos nosotros.

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