Montoneros, asesinos apátridas

 

El 12 de septiembre de 1976 en la ciudad de Rosario, en circunstancias en que efectivos de la Policía de Santa Fe regresaban de la cancha de Rosario Central, tras haber proporcionado seguridad a un partido de fútbol, una célula de la banda terrorista "Montoneros” hizo detonar, al paso del colectivo que los transportaba, una bomba de tipo vietnamita oculta en un automóvil que se hallaba estacionado en la esquina de Junín y Rawson.

Como resultado del artefacto explosivo accionado por control remoto, fallecieron en el acto los policías Andrés Alberto Acosta (24 años, casado, dos hijos), Domingo Hipólito Alfonso (27 años, casado, 3 hijos), José Luis Boggino (24 años, casado, un hijo), Edgardo Jorge Ferri (soltero 27 años), Carlos González ( 20 años, casado, 1 hija), José María Gutiérrez (23 años, casado, 3 hijos), Juan Domingo Mateasovich (27 años, casado 2 hijos), Hugo Alberto Pelegrina( soltero, 26 años) y Darío Héctor Pietrani (soltero, 22 años). También fallecieron Oscar Walter Ledesma (56 años, casado, fotógrafo social) y su esposa Irene Angela Dib (42 años), un matrimonio que circunstancialmente transitaba con su auto por el lugar. La pequeña hija Andrea, de 10 años, salvó milagrosamente su vida aunque fue herida por las esquirlas.

El atentado produjo además un importante número de heridos y mutilados. Carlos Alberto Gallaza, que se encontraba reparando su moto en la calle, recibió una esquirla en el pulmón, y muchos otros policías recibieron heridas graves que años más tarde les costaron la vida.

 Por este hecho fueron detenidos Carlos Enrique Pérez Rizzo (nombre de guerra: «Cabezón»), nacido el 18 de marzo de 1953, que fue condenado pero no cumplió la pena y hoy milita en el Frente para la Victoria; y  Graciela Porta (nombre de guerra: «La Corcho»), nacida el 18 de octubre de 1954, que tampoco cumplió la condena. Todos los demás participantes de la masacre huyeron y el crimen continúa impune.

Esta es una parte de la historia que, tras tantos años de reivindicación terrorista y mentiras, los argentinos optamos por acallar e ignorar. 

Y CUANDO NO , LA JUSTICIA ARGENTINA AUSENTE , NO OLVIDAR