Nuestra Señora de Malvinas

sábado, 20 de junio de 2015

La Bandera Nacional lleva los colores del Manto de la Inmaculada Concepción



¿Cuál es el origen de la Bandera Argentina? ¿En qué se inspiró el General Manuel Belgrano para darle los colores celeste y blanco? Una respuesta superficial y rápida, proporcionada por la historiografía liberal, nos dice que el General Belgrano se inspiró en el firmamento; es decir, simplemente, un buen día, miró hacia lo alto, vio el color celeste del cielo y el blanco de las nubes, y decidió que esos serían los colores de la enseña de la nueva nación surgía sobre la faz de la tierra. Sin embargo, no hay nada más alejado de la verdad que esta versión, la cual no tiene ningún asidero en la realidad. Los documentos históricos prueban que el General Manuel Belgrano no se inspiró en el cielo atmosférico para crear la bandera, sino que, debido a que era ferviente devoto de Nuestra Señora de Luján, que es la Inmaculada Concepción. Así lo sostiene el autor A. Rottjer, citando las declaraciones textuales del hermano del General Belgrano, el Sargento Carlos Belgrano: “El sargento mayor Carlos Belgrano, que desde 1812 era comandante militar de Luján y presidente de su Cabildo, dijo: ‘Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada de Luján, de quien era ferviente devoto’. Y en este sentido se han pronunciado también sus coetáneos, según lo aseveran afamados historiadores”[1].
Esta consideración no es de menor importancia, porque significa que la creación de la Bandera Nacional fue un acto de devoción mariana, desde el momento en que el General Belgrano quiso que la enseña nacional llevara explícitamente los colores del Manto de la Inmaculada Virgen de Luján, y si fue un acto de devoción mariana, fue una gracia, y si fue una gracia, fue concedida por la Virgen, Medianera de todas las gracias, pues no hay gracia que no venga por medio de la Virgen y, si la Virgen concede una gracia, es por voluntad de Dios. En síntesis, por voluntad de Dios, nuestra Bandera Nacional, lleva los colores del manto de la Virgen de Luján, la Inmaculada Concepción, lo cual es un honor, un halago, una honra y una dicha sin igual para el pueblo argentino. Parafraseando al Coronel Domingo French, en su proclama en Luján, del 25 de Mayo de 1812, podemos decir, con alegría sobrenatural, que contemplar y besar la enseña nacional, es como contemplar y besar el Manto de la Inmaculada de Luján[2].
Lamentablemente, la alegría de poseer una Bandera Nacional, la más hermosa de todas las banderas nacionales de la tierra, por ser el Manto de la Inmaculada de Luján, se ve empañada este año por la triste noticia de que en nuestra Patria ha sido aprobada una ley inicua, una ley que arrasará con la vida de muchos argentinos inocentes e indefensos por nacer, la ley del aborto libre e irrestricto[3].
No podemos dejar de mencionar este triste y lamentable hecho en este día patrio, porque la inicua ley, aprobada en vísperas del Día de la Bandera, es de tal magnitud, que de alguna manera ensombrece y llena de luto este día patrio y, anticipadamente, muchos otros días más.
Que la Virgen de Luján, Patrona y Dueña de nuestra Patria, se apiade de sus hijos argentinos.



[1] Rottjer, A., El general Manuel Belgrano, Ediciones Don Bosco, Buenos Aires 1970, 66.
[2] “¡Soldados! Somos de ahora en adelante el Regimiento de la Virgen. Jurando nuestras banderas os parecerá que besáis su manto. …Al que faltare a su palabra, Dios y la Virgen, por la Patria, se lo demanden”. Proclama del Coronel Domingo French, pronunciada en Luján el 25 de septiembre de 1812; en P. Salvaire, J. M., Historia de Nuestra Señora de Luján, Tomo II, 1885, 268ss.
[3] https://www.aciprensa.com/noticias/argentina-legaliza-aborto-prohibe-ecografias-y-viola-libertad-de-conciencia-48520/

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