Nuestra Señora de Malvinas

viernes, 20 de junio de 2014

El origen sobrenatural y mariano de la Bandera Nacional Argentina


         Las banderas nacionales se caracterizan por poseer en sus diseños ya sea diversos hechos históricos de los pueblos a los que representan, o bien características geográficas distintivas del pueblo, o animales, o árboles, o plantas, o cualquier elemento tomado del cosmos, de la historia, de la geografía, o puede ser simplemente una combinación de colores que sea significativa para un pueblo determinado, que permita al integrante de la nación en cuestión, identificarse con la bandera y entregarle a la nación, por intermedio de la bandera que ésta representa, todo su ser. En definitiva, esta es la función de una bandera nacional: el ser el aglutinante de lo mejor y más noble que posee una persona, para que esta persona lo ponga al servicio del Bien Común de la nación a la que pertenece, haciéndolo salir del egoísmo, del amor de sí mismo, para donarse a sí mismo, con todo su ser, hacia los demás, hacia sus compatriotas, representados en la bandera nacional.
         Otra característica de las banderas nacionales es su origen, que es meramente humano: sus creadores se inspiraron en hechos históricos significativos, o en accidentes geográficos, o en colores cuya  combinación despierta un significado para los habitantes de determinado pueblo, etc. Sin embargo, pocas naciones poseen una bandera nacional cuyo origen es sobrenatural, puesto que se debe a una gracia concedida por el cielo, y la prueba está en que el acto de creación de la Bandera Nacional Argentina por parte del General Manuel Belgrano fue un acto de devoción mariana y no un simple acto humano. Tal como lo declaró su hermano, el Sargento Belgrano, el General Belgrano, al crear la Bandera Argentina con los colores celeste y blanco, tuvo la intención explícita y declarada de homenajear a la Virgen de Luján, que es la Inmaculada Concepción. Puesto que el homenaje a la Madre de Dios no es un acto que se derive de la razón humana, sino una gracia divina, el acto de la creación de la Bandera Nacional Argentina se califica como un acto de devoción mariana, es decir, una respuesta a la gracia y como tal, una inspiración proveniente del cielo. En otras palabras, fue Dios mismo quien quiso que el Pueblo Argentino tuviera como Enseña Nacional al Manto de la Inmaculada Concepción de Luján. ¿Y el sol de la Bandera? Representa a Jesucristo, porque uno de sus nombres es: "Sol de justicia".
         Este es el origen celestial, sobrenatural, de la Bandera Nacional Argentina.

         Como dice el Salmo 32: “Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor”.