Las
banderas nacionales se caracterizan por poseer en sus diseños ya sea diversos hechos
históricos de los pueblos a los que representan, o bien características
geográficas distintivas del pueblo, o animales, o árboles, o plantas, o
cualquier elemento tomado del cosmos, de la historia, de la geografía, o puede
ser simplemente una combinación de colores que sea significativa para un pueblo
determinado, que permita al integrante de la nación en cuestión, identificarse
con la bandera y entregarle a la nación, por intermedio de la bandera que ésta
representa, todo su ser. En definitiva, esta es la función de una bandera
nacional: el ser el aglutinante de lo mejor y más noble que posee una persona,
para que esta persona lo ponga al servicio del Bien Común de la nación a la que
pertenece, haciéndolo salir del egoísmo, del amor de sí mismo, para donarse a
sí mismo, con todo su ser, hacia los demás, hacia sus compatriotas,
representados en la bandera nacional.
Otra
característica de las banderas nacionales es su origen, que es meramente
humano: sus creadores se inspiraron en hechos históricos significativos, o en
accidentes geográficos, o en colores cuya
combinación despierta un significado para los habitantes de determinado
pueblo, etc. Sin embargo, pocas naciones poseen una bandera nacional cuyo
origen es sobrenatural, puesto que se debe a una gracia concedida por el cielo,
y la prueba está en que el acto de creación de la Bandera Nacional
Argentina por parte del General Manuel Belgrano fue un acto de devoción mariana
y no un simple acto humano. Tal como lo declaró su hermano, el Sargento
Belgrano, el General Belgrano, al crear la Bandera Argentina
con los colores celeste y blanco, tuvo la intención explícita y declarada de
homenajear a la Virgen
de Luján, que es la Inmaculada Concepción.
Puesto que el homenaje a la
Madre de Dios no es un acto que se derive de la razón humana,
sino una gracia divina, el acto de la creación de la Bandera Nacional Argentina se califica
como un acto de devoción mariana, es decir, una respuesta a la gracia y como
tal, una inspiración proveniente del cielo. En otras palabras, fue Dios mismo
quien quiso que el Pueblo Argentino tuviera como Enseña Nacional al Manto de la Inmaculada Concepción
de Luján. ¿Y el sol de la Bandera? Representa a Jesucristo, porque uno de sus nombres es: "Sol de justicia".
Este es
el origen celestial, sobrenatural, de la Bandera Nacional Argentina.
Como
dice el Salmo 32: “Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor”.
Muy interesante todo lo relatado.Me gustó mucho
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