Un
día como hoy, pero de 1845, las tropas
argentinas -el glorioso Ejército Argentino en embrión- hicieron valer nuestros
derechos soberanos sobre el río Paraná al enfrentarse en la Vuelta de Obligado
a la poderosa flota anglo-francesa[1]. Inflamados
en el amor a la Patria, que es amor verdadero porque la Patria es don de Dios.
Los valientes patriotas y soldados argentinos hicieron frente a una flota,
armada por las más poderosas potencias del mundo, potencias filibusteras,
piratas y amigas de lo ajeno, que tuvieron la osadía de invadir nuestra amada
Patria. Los valientes soldados argentinos hicieron frente, armados de coraje y
de gran amor por la Patria Argentina, se enfrentaron a los que ilegítimamente
querían apropiarse de lo que no les correspondía y por eso constituyen para
nosotros, argentinos del siglo XXI, un ejemplo inigualable de amor a la Patria
hasta la muerte.
En
nuestros días, lamentablemente, las Vueltas de Obligado se han multiplicado,
puesto que los que desean acabar con la Patria Argentina se han multiplicado de
manera inimaginable. Ya no son sólo ingleses y franceses que de manera
insolente buscan vulnerar la soberanía nacional navegando por ríos de la Patria
sin ninguna autorización: los modernos filibusteros, los modernos piratas,
combaten no sólo con armas de fuego, sino ante con armas intelectuales,
tratando de minar con ellas las bases y la esencia de nuestra Patria Argentina.
Subversivos de ideología comunista llamados montoneros y neo-montoneros,
propagadores de ideologías destructivas como la Ideología de género, que busca
implantar la Educación Sexual Integral de forma obligatoria para corromper a
nuestra juventud, socialistas, anarquistas, marxistas, liberales, masones,
todos se unen contra nuestra Patria, tratando de hacer caer en el olvido sus
raíces hispanas y católicas, para hacer de la Patria un inmundo lodazal de
perversas ideologías en donde cada uno se erige como dios de sí mismo. Con un
Ejército prácticamente desarmado, con una juventud a la que no se le dice la
verdad acerca de la gloria de su Patria –que, entre otras cosas, combatió y
venció, como en pocos lugares del mundo, al comunismo apátrida-, las Vueltas de
Obligado se multiplican hasta llenar la geografía de nuestra Amada Argentina.
Que
los patriotas de Obligado sean nuestros ejemplos en esta desigual lucha contra
los nuevos y antiguos enemigos de la Patria Argentina, que se alzan insolentes,
aprovechándose de la minoría en la que estamos quienes amamos nuestra Patria
Argentina, hispana y católica. Pero “no prevalecerán”, porque no puede ser
vencido un Ejército cuya mayor gloria es tener por Generala a la Virgen de la
Merced, la Madre de Dios. La Generala del glorioso Ejército Argentino, María
Santísima, aplastará la cabeza de los enemigos de la Patria, las ideologías
apátridas comunistas y liberales y en nuestra amada Patria volverá a
resplandecer la luz celestial del Rey de la Patria Argentina, Cristo Jesús.
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