Entre iguales se entienden. Socialismo criollo (peronismo) y Nacional Socialismo (nazismo); no importa el nombre que le pongan, los dos engendros ideológicos son igualmente falsos de toda falsedad. Mientras uno llevó a una Guerra Mundial, el otro hundió a una ex-nación próspera en un declive económico, pero sobre todo moral y espiritual (Perón hacía enseñar en los grados de primaria escolar que él era "más que Dios", como lo decía la idólatra y fanática y nefasta Eva de Perón. El socialismo es violento por naturaleza, por esencia, no hay socialismo pacífico. Esto lo experimentó el mundo con el cabo austríaco; nosotros, los argentinos de bien, lo sufrimos desde hace ochenta años, porque todo el que se opone a la ideología socialista peronista es considerado "contrera" al que hay "colgar con alambres de fardo" (Evita dixit); mientras tanto, se lo hostiga de todas las maneras posibles. El socialismo, la máscara pseudo-civilizada de la barbarie comunista, es violento por naturaleza.
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