El
2 de Abril de 1982, encabezados por el ARA Santísima Trinidad, el Ejército
Argentino y las gloriosas fuerzas armadas en su conjunto, iniciaban la “Operación
Rosario”, mediante la cual habrían de dar fin a más de ciento cincuenta años de
descarada usurpación británica de nuestras Islas Malvinas.
Las
Fuerzas Armadas Argentinas, que ya se habían cubierto de gloria al vencer en el
campo militar a la guerrilla castro-comunista que quería convertir a la Nación
Argentina en un satélite más de la infame URSS, volvieron a cubrirse de gloria
el 2 de Abril de 1982, al ocupar las Islas Malvinas e izar la Bandera
Argentina, la cual volvía a flamear luego de la infame ocupación británica. Los
británicos, fieles a su estilo de arrebatar lo que les apetece y conviene,
carentes de toda moral y conciencia, en vez de pedir perdón a la Argentina por
la infame ocupación de 1833, volvieron nuevamente a la carga, para recuperar
por la fuerza ilegítima lo que habían obtenido antaño también por la fuerza
ilegítima. Luego de casi dos meses y medio de lucha y sufriendo la traición de
quienes suponíamos eran nuestros hermanos trasandinos -una mancha quedará en su historia para siempre- y la ayuda de la EE. UU.
y de la OTAN al enemigo inglés, las Fuerzas Armadas Argentinas, superadas en
tecnología y armamento, debieron rendirse ante un poderoso enemigo, no sin
antes dar muestras de heroísmo hasta el momento inconcebibles.
Al
conmemorar hoy un nuevo 2 de Abril, rendimos homenaje a los héroes de la Patria
que murieron combatiendo en Malvinas y que yacen en sus húmedas y ventosas
turbas, dándoles gracias por el sacrificio de sus vidas, sacrificios realizados
para defender una porción de suelo argentino que aun hoy continúa siendo
hollado por las botas del enemigo pirata inglés. Pero nuestro homenaje no se
queda solo en el recuerdo: les prometemos que, tarde o temprano, cuando el
Espíritu de Dios sople sobre las almas de todos los argentinos, regresaremos a
Malvinas, para esta vez no retirarnos nunca más. A los ingleses, que se
comportaron y se comportan como lo que son, simples mercernarios y bucaneros,
piratas del mar que se apoderan por la fuerza de lo que no les pertenece, les
decimos que pidan perdón y nos devuelvan nuestras Islas Malvinas, so pena de que
la historia los cubra de vergüenza y humillación, como hasta ahora. Y también
les decimos, junto con los Héroes de Malvinas: “¡Las Islas Malvinas fueron, son
y serán argentinas!”.
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